23 octubre | Adolescentes
«Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.» Romanos 6: 23
El salario es lo que las personas reciben como recompensa por el trabajo que hacen. Por ejemplo, después de un mes de trabajo, tu padre o tu madre reciben un salario. Este salario es como una consecuencia de su trabajo.
La Biblia usa el concepto del salario para enseñarnos algo muy importante sobre nuestras elecciones y acciones. Dice que el salario (o «la paga») del pecado es la muerte. Pero no es una muerte común, es la muerte eterna, que significa estar condenados a separarnos de Dios para siempre. Eso suena un poco aterrador, ¿verdad? Esto se debe a que cuando elegimos hacer cosas malas y vivir lejos de Dios, también estamos eligiendo, conciente o inconscientemente, un camino que nos aparta de Él.
Gracias a Dios, este versículo aún tiene una segunda parte donde nos da una noticia maravillosa. A pesar de que el salario del pecado es la muerte, Dios nos ofrece un regalo asombroso: la vida eterna. Y lo mejor de todo, ¡es que es por gracia, es decir gratis! Así es, no necesitamos pagar nada. La gracia de Dios es un regalo que recibimos por medio de Jesús, nuestro Salvador. Es como si Él fuera el trabajador, el merecedor del salario, pero que renunciara a recibir la paga de su trabajo y nos la diera totalmente a nosotros, sin que hagamos nada, sin que paguemos un centavo, solo por gracia, gracia que sobreabunda.
En Acción:
Para entender el concepto de «don gratuito» de una manera práctica, pide a tus padres que te muestren algunas cuentas de la casa, como la cuenta de luz, agua o internet. Observa cómo esas cuentas son pagadas por tus padres, y tú, como niño, no necesitas preocuparte por ellas. Esto es semejante a la gracia de Dios: Él ya pagó el precio a través de Jesús, pero somos nosotros los que recibimos los beneficios.