19 noviembre | Adolescentes
«Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.» 1 Tesalonicenses 4: 17
¿Qué harías si tuvieras todo el tiempo del mundo? ¿Te imaginas ser eterno, como nuestro Dios? Sí, esa es una de las mayores promesas que encontramos en la Biblia. En el versículo de hoy, aprendemos que cuando Jesús regrese, algo maravilloso sucederá. Todas las personas que creyeron en Él y ya murieron resucitarán. Y nosotros, junto a quienes aún están aquí, seremos transformados. ¡Recibiremos cuerpos nuevos, perfectos, que nunca se enfermarán ni sentirán dolor! ¡Nada de dolores de barriga o resfriados molestos!
Y entonces Jesús nos llevará al Cielo, en unas vacaciones de mil años, antes de volver a una Tierra totalmente transformada. ¡Entonces sí, tendremos una vida eterna con Jesús! Podrás explorar universos, viajar a todos los lugares que siempre quisiste y, quién sabe, hasta volar. ¡Qué increíble sería volar! Será una aventura sin fin, llena de alegría y descubrimientos. Y lo mejor: viviremos así para siempre, sin miedo, sin tristezas, sin muerte ni dolor. Y disfrutaremos de la presencia de Jesús cada día de la eternidad. ¡Qué noticia maravillosa! ¿No es así? Por eso Pablo termina este pasaje diciendo que nos consolemos unos a otros con estas palabras.
En Acción:
¿Qué tal crear una lista de cosas que te gustaría hacer en la vida eterna? Puede ser desde volar hasta nadar con delfines gigantes. Quizás también habrá nuevas frutas de diferentes tamaños, colores y sabores, y muchas otras delicias para probar. Comparte tu lista con amigos de la escuela y de la iglesia, o con familiares, y habla sobre lo increíble que será vivir para siempre con Jesús. Recuerda: la vida eterna es un regalo de Dios para todos los que creen en Él.