20 noviembre | Adolescentes
«Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» 1 Tesalonicenses 5: 18
Seguramente has escuchado la frase «la hierba del vecino siempre es más verde». A veces, es fácil pensar que los demás tienen cosas mejores que nosotros. Pero ¿sabías que la Biblia nos enseña algo muy importante al respecto? En 1 Tesalonicenses 5: 18, se nos recuerda que debemos dar gracias a Dios por todo lo que tenemos. ¡Sí, absolutamente todo!
¿Sabes por qué es tan bueno ser agradecido? Los científicos han descubierto que cuando decimos «gracias», nuestro cerebro libera sustancias que nos hacen sentir felices y satisfechos. ¡Increíble, ¿verdad?! Es como si Dios hubiera programado nuestro cerebro para recompensarnos cada vez que somos agradecidos.
Agradecer no solo significa decir «gracias» por cosas grandes, como los grandes regalos de cumpleaños o en las fiestas. También implica reconocer las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como una sonrisa, una puerta abierta o incluso el delicioso almuerzo que está en la mesa. Cuando empezamos a ver cuántas cosas buenas tenemos a nuestro alrededor, nos damos cuenta de que nuestra «hierba» es mucho más verde de lo que pensábamos.
En Acción:
Hoy, el desafío es decir «gracias» tanto como puedas. ¿Alguien te sostuvo la puerta? ¡Gracias! ¿Te ofrecieron un bocadillo? ¡Gracias! Incluso si alguien te ayuda con algo pequeño, recuerda dar las gracias. Será divertido ver cuántos «gracias» puedes decir y cómo eso hará que tú y las personas a tu alrededor se sientan bien. Recuerda, ¡dar gracias es un regalo tanto para ti como para quien recibe tu agradecimiento!