24 noviembre | Adolescentes
«Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.» 1 Timoteo 4: 12
¿Crees que solo los adultos pueden ser buenos ejemplos para los demás? ¡Para nada! La Biblia nos enseña algo muy diferente. En 1 Timoteo 4: 12, Pablo anima a un joven llamado Timoteo a ser un ejemplo en varias áreas, como en la palabra, en el comportamiento, en el amor, en la fe y en la pureza. Esto significa que no importa la edad que tengamos, podemos ser un ejemplo para las personas que nos rodean.
Pero, ¿cómo? Piensa en ser un ejemplo como convertirte en el capitán de un equipo. Un buen capitán no solo es bueno en el deporte, sino que también anima al equipo, juega según las reglas y trata a todos con respeto. De la misma manera, tú puedes mostrar a los demás cómo es seguir a Jesús a través de tus acciones y palabras. Cuando hagas esto, otras personas, incluso los adultos, pueden mirarte y aprender cómo ser mejores personas.
Y no te preocupes por ser perfecto para ser un buen ejemplo, después de todo, ninguno de nosotros es perfecto. Ser un ejemplo no se trata de nunca cometer errores, sino de cómo actúas cuando las cosas no van bien. Pedir disculpas, ayudar a los demás e intentar mejorar cada día más son actitudes de un verdadero ejemplo. Recuerda, si hacemos todo esto, seremos más parecidos al mejor ejemplo de todos: ¡Jesús!
En Acción:
Esta semana, procura ser un ejemplo para los demás. Puede ser algo tan simple como compartir tus juguetes, decir palabras amables o hacer una oración con un amigo. Mañana, comparte con tu familia cómo fue esta experiencia. ¡Descubrirás cómo pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia e inspirar a otras personas!