26 noviembre | Adolescentes
«Por lo cual asimismo padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.» 2 Timoteo 1: 12
¿Alguna vez has tenido un secreto super importante que solo confiaste a una persona especial porque sabías que no lo contaría a nadie más? En 2 Timoteo 1: 12, Pablo se refiere a algo que nos hace pensar en este tipo de confianza. Él dice: «Sé a quién he creído». Esto significa que Pablo tenía una confianza absoluta en Dios, sabiendo que Él es poderoso y fiel para cuidar de todo lo que estaba a Su cargo.
Confiar en Dios es como tener un tesoro guardado en el lugar más seguro que existe. No importa lo que pase a nuestro alrededor, podemos estar tranquilos porque sabemos que Dios está cuidando de nosotros. Y Él no solo es poderoso, sino que también nos ama muchísimo y sabe lo que es mejor para nosotros. Al entender esto, podremos decir como Pablo: «Sé a quién he creído».
Cuando confiamos en Dios, no necesitamos sentir miedo ante el futuro o preocuparnos si las cosas saldrán bien. Incluso cuando no entendemos lo que está pasando, podemos descansar sabiendo que Dios está al control. Recuerda, la fe no es creer que Dios puede, es saber que Dios lo hará.
En Acción:
Intenta algo esta semana: cada vez que te sientas preocupado o inseguro acerca de alguna cosa, dite a ti mismo: «Sé a quién he creído». Esto puede ayudarte a recordar que Dios está contigo y que puedes confiar en Él, pase lo que pase. También puedes escribir esta frase en un lugar que veas todos los días, como un recordatorio de que has decidido poner tu confianza en Dios.