28 noviembre | Adolescentes
«Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.» 2 Timoteo 3: 16,17
¿Cómo crees que la Biblia llegó hasta nosotros? ¿Acaso bajó del cielo dentro de una cápsula espacial, o Dios dictó cada palabra? No sé tú, ¡pero yo no soy muy fan de los dictados! Ahora, volviendo a mi primera pregunta. En el versículo de hoy, descubrimos algo increíble sobre la Biblia: ¡Dios la inspiró! Pero, ¿qué significa realmente eso?
Cuando decimos que Dios inspiró la Biblia, queremos decir que Él habló a los autores bíblicos y ellos fueron libres de usar sus propias palabras, estilos y comparaciones para escribir. ¡Es exactamente como yo mismo he estado haciendo durante todas las meditaciones! Es como si Dios estuviera conversando con nosotros, usando la voz y el modo de hablar de cada escritor.
Así, la Biblia se convirtió en una colección de libros llenos de historias, enseñanzas, poemas y mucho más. Y como dicen los versículos de hoy, La Biblia es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir y para instruir en justicia. La Biblia es Dios hablando con acento humano. Y no es un libro común y corriente; después de todo, nos ayuda a entender cómo vivir de la mejor manera, nos muestra lo que es correcto y lo que es incorrecto, y nos enseña a conocer a Dios mismo.
En Acción:
¿Qué tal compartir esta increíble herramienta que Dios nos ha dado con alguien que aún no la tiene? Puedes regalar una Biblia a un amigo o a alguien de tu familia que aún no tenga una. Será un regalo especial que puede ayudar a esa persona a aprender más sobre Dios y sobre cómo Él quiere que vivamos.