3 diciembre | Adolescentes
«Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.» Hebreos 4: 16
El libro de Hebreos es fundamental para entender el ministerio de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote. Pero, ¿qué es un Sumo Sacerdote? En el Antiguo Testamento, el Sumo Sacerdote era alguien muy especial elegido por Dios para cuidar de las cosas sagradas en el templo. Desempeñaba un papel importante como intermediario entre el pueblo y Dios. Una de las tareas más significativas del Sumo Sacerdote era entrar en el lugar más santo del templo, llamado Santo de los Santos, una vez al año, en el Día de la Expiación, para realizar las ofrendas por los pecados del pueblo.
En Hebreos, el autor afirma que hoy Jesús es nuestro Sumo Sacerdote en el Cielo. Él está en el Cielo, intercediendo por nosotros. Cuando oramos, es como si Jesús mismo tomara nuestra oración y la llevara hasta Dios. Por eso terminamos nuestras oraciones con la frase «en el nombre de Jesús», es como si estuviéramos firmando nuestra oración con Su nombre. Y lo mejor de todo es que Jesús nos entiende perfectamente. Él es más que perfecto para esta función, pues Él sabe cómo es ser humano, ya que Él mismo se hizo humano cuando vino a la Tierra. Enfrentó desafíos y tentaciones, así que comprende todas nuestras dificultades. Qué bendicion es que podamos confiar en que nuestro Sumo Sacerdote está intercediendo todos los días por nosotros, delante de Dios, el Padre.
En Acción:
¿Qué tal investigar y dibujar la vestimenta de un Sumo Sacerdote? También puedes intentar descubrir el significado de las 12 piedras que llevaba en su pectoral. Esto puede ayudarte a entender mejor el papel del Sumo Sacerdote en el Antiguo Testamento y apreciar aún más el ministerio de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote hoy en día.