10 diciembre | Adolescentes
«Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.» 1 Pedro 5: 7
Saber que Dios cuida de nosotros es como tener un protector incansable siempre a nuestro lado. 1 Pedro 5: 7-9 nos cuenta un secreto muy especial: podemos contarle todo a Dios, incluso nuestras mayores preocupaciones, porque Él cuida de nosotros con un amor mayor de lo que podemos imaginar.
Imagina que cada vez que te preocupas, ya sea por la escuela, amigos o incluso cuando algo no sale como planeaste, tienes a alguien para ayudarte. ¡Dios es ese alguien! Él quiere que vivamos de manera feliz, ligera y sin ansiedades.
La ansiedad mencionada en estos versículos es aquella que surge donde nuestra fe encuentra su límite. Es el tipo de preocupación que nos consume, haciéndonos olvidar la presencia y la providencia divina. Dios está dispuesto a involucrarse en todos los aspectos de tu vida, incluso en los detalles que consideramos insignificantes.
Por lo tanto, querido lector, confía en Él todas tus preocupaciones, pues no hay nada demasiado pequeño o demasiado grande que se encuentre fuera del alcance de Su cuidado. Solo cuando nos entregamos y confiamos en Dios es cuando podemos experimentar toda la magnitud de Su cuidado.
En Acción:
Infla un globo con gas helio y escribe en él las cosas que te estén preocupando. Luego, suelta el globo en el aire y observa cómo sube y sube hasta que desaparece de la vista. Esto es como entregar tus preocupaciones a Dios.