21 diciembre | Adolescentes

AQUELLOS QUE LEEN, OYEN Y GUARDAN

«Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.» Apocalipsis 1: 3

La lectura es una práctica increíblemente enriquecedora que nos permite explorar nuevas culturas, descubrir historias sorprendentes, adquirir conocimiento y expandir nuestra comprensión del Universo. Además, la lectura nos ayuda a aprender lecciones valiosas. Y si leemos la Biblia, ¡aún mejor! ¿No lo crees?

Sin embargo, el versículo de hoy presenta algo más que un desafío. Nos enseña que no es suficiente simplemente leer la Biblia, acompáñame: «Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas». Es decir, la lectura de la Palabra de Dios es solo el comienzo de nuestra aventura.

Oír las palabras de Dios significa prestar atención, comprender y aplicar lo que Él nos está enseñando. Es como cuando recibimos un consejo por parte de alguien con más edad y experiencia, y actuamos en consecuencia. Es poner en práctica las verdades que encontramos en la Biblia en nuestra vida diaria. Una cosa es leer por leer, pero otra muy diferente es leer y «oír» lo que la Biblia nos está diciendo.

Pero, además, para ser bienaventurados, es decir, felices, necesitamos «guardar» lo que oímos. ¿Qué significa esto? Guardar las cosas escritas en la Biblia es internalizar sus enseñanzas, como si estuviéramos guardando algo en nuestro corazón, de modo que esto influya en nuestras elecciones y acciones diarias. Resumiendo, para ser felices necesitamos: leer, oír y guardar lo que aprendemos de la Biblia. ¡Solo así la Biblia va hacer una verdadera y gran diferencia en nuestras vidas!

En Acción:

Esta semana, elige un versículo del primer capítulo de Apocalipsis para memorizar. Después, practica vivir de acuerdo con lo que ese versículo te enseña. Así, estarás siguiendo el valioso consejo que aprendimos hoy: leyendo, oyendo y guardando la Palabra de Dios.