23 diciembre | Adolescentes

ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO

«Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo.» Apocalipsis 3: 20

¡Toc, toc, toc! ¿Alguna vez has escuchado ese golpeteo? El versículo de hoy tiene que ver con este sonido: «Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo». Apocalipsis 3: 20. Hay un detalle en este versículo tan lindo que muchas veces no notamos. El hecho de que Jesús esté llamando a la puerta de nuestro corazón es bueno, pero también es un poco preocupante. Es bueno porque Él está llamando, pero preocupante porque está afuera.

Muchas veces, les decimos a las personas que aún no han aceptado a Jesús que Él está a la puerta esperando. Eso es verdad. Sin embargo, ¡el contexto de este versículo es diferente! ¿A quién está llamando Jesús a la puerta? ¡El mensaje de Apocalipsis 3 es para su iglesia! ¡Para nosotros! Debes saber que Jesús está llamando a la puerta de tu corazón, esperando que lo dejes entrar. Él nunca nos forzará a abrir esa puerta, pero piensa conmigo: si Él está llamando, esto implica que está del lado de afuera de nuestro corazón, no adentro. Trágicamente, esto sugiere que muchos de nosotros, cristianos, estamos lejos de Jesús.

Por eso, Él nos pide hoy: «¡Déjame volver a tu corazón!» Recuerda que, si Dios nos hace un llamado, es porque aún hay tiempo para cambiar. Deja entrar a Jesús, no lo dejes fuera de tu vida, de tu rutina, de tu día a día. ¿Puedes escuchar Su llamar?

En Acción:

Dibuja una puerta con un corazón y pégala en la puerta de tu habitación. Esto te recordará de que debes mantener tu corazón siempre abierto para Jesús, como aprendimos hoy.