25 diciembre | Adolescentes

NO MÁS LÁGRIMAS

«Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.» Apocalipsis 7: 17

Existen dos maneras de llorar. La primera es cuando algo malo sucede y las lágrimas caen de nuestros ojos. Estas son lágrimas de tristeza, cuando algo nos deja desanimados. Pero hay otra forma de llorar, y esa es la más especial de todas. Es cuando lloramos de alegría. Cuando algo que esperábamos mucho sucede, nuestro corazón se llena tanto de felicidad que las lágrimas simplemente brotan de nuestros ojos. Es como si nuestras emociones se desbordaran en lágrimas. A veces, incluso cuando reímos mucho, terminamos llorando. Esas son las mejores risas, ¿verdad?

En el texto de hoy, aprendemos sobre un lugar increíble: el Cielo. En ese lugar maravilloso, no necesitaremos llorar más de tristeza. ¿Por qué? Porque todo lo malo habrá quedado en el pasado. El mal será cosa del pasado. No habrá más dolor, sufrimiento, hambre o sed. Dios secará todas nuestras lágrimas de tristeza.

Imagina cuán asombroso será poder vivir en un lugar donde solo existen motivos para llorar de alegría. Estar delante del trono de Dios, vestidos con ropas blancas, adorando y alabando al Señor, es algo que nos llenará de tanta emoción que las lágrimas brotarán, pero serán de felicidad.

En Acción:

Crea un juego de palabras bíblico o una broma (que no sea ofensiva) para compartir con tu familia. Te daré un ejemplo: ¿Sabes cuál libro de la Biblia nos enseña a hacer galletas? ¡El libro de Habacook-ie! ¿Entiendes? ¡Espero que te haya gustado! Ahora es tu turno. Tu objetivo será intentar hacer que alguien llore de risa. Esta experiencia nos ayudará a recordar que en el Cielo, solo habrán lágrimas de alegría.