13 febrero | Adolescentes
« Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel.» Números 14: 8
El pueblo de Israel tuvo que esperar mucho tiempo para ver cumplirse la promesa de Dios: entrar en una tierra superespecial, que « fluye leche y miel». Esta expresión de la Biblia significaba que sería una tierra donde no les faltaría nada, donde las bendiciones fluirían abundantemente. Los israelitas vagaron durante 40 años en el desierto (imagínate cuánto deben haber soñado en ese entonces con tener leche y miel frescas) hasta que finalmente llegaron a esta tierra. Era un lugar maravilloso, lleno de alimentos y riquezas, un sueño hecho realidad.
Así como a Israel se le fue dada esta promesa, nosotros también recibimos una promesa especial por parte de Dios: la Nueva Jerusalén, una tierra renovada y perfecta que Dios preparó para nosotros. Imagínate lo increíble que será poder vivir en un lugar donde todo es perfecto, sin tristeza, dolor, miedo o incluso la muerte. Un lugar donde cada día trae alegría, paz y amor. Puedes estar seguro que, así como Dios fue fiel con Israel, ¡será fiel con nosotros! Él cumplirá Su promesa y la Nueva Jerusalén será un hogar maravilloso para todos aquellos que lo aceptan como único y verdadero Dios.
En Acción:
Elige algunas frutas y otros alimentos saludables que representen la abundancia de la Nueva Jerusalén, como miel, uvas, higos o panes. Organiza un pequeño picnic con tu familia o amigos y, mientras disfrutan de estos alimentos, conversen sobre cómo la Nueva Jerusalén será un lugar de abundancia y alegría. Este picnic será una manera deliciosa y divertida de imaginar las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros.