14 febrero | Adolescentes
«Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciera todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad.» Números 16: 28
La historia de Coré, Datán y Abiram es una de las más dramáticas del Antiguo Testamento y muestra lo que puede pasar cuando desafiamos la autoridad establecida por Dios. Coré, junto con Datán y Abiram, lideraron una rebelión contra Moisés y Aarón, cuestionando por qué ellos debían liderar al pueblo de Israel y sugiriendo que todos en el pueblo eran santos y capaces de liderar.
Moisés, sabiendo que su liderazgo había sido designado por Dios, propuso una prueba para ver a quién elegiría Dios. Pidió que Coré y sus seguidores llevaran incensarios ante el Señor, y el propio Dios mostraría a quién había elegido. La respuesta fue aterradora: la tierra se abrió y tragó a Coré, Datán y Abiram, y además el fuego del Señor consumió a los 250 hombres que ofrecían el incienso. Esto demostró la seriedad de desafiar las órdenes divinas y a sus líderes.
Esta historia nos enseña una lección valiosa sobre la importancia de respetar y seguir la dirección escogida por Dios. Nos muestra que cuestionar de forma irrespetuosa o desafiar el orden establecido por Dios puede traer consecuencias serias. Es un recordatorio de que, incluso cuando no entendemos todas las decisiones o direcciones de algún líder, hay un plan mayor en acción, y confiar en la sabiduría divina es fundamental. Respetar la autoridad no significa no tener voz o no poder preguntar cosas, sino entender el valor del orden y la armonía que Dios desea para la vida en comunidad.
En Acción:
Escribe un pequeño agradecimiento o una carta para alguien que consideres un líder dado por Dios en tu vida, reconociendo su orientación y cuidado.