17 febrero | Adolescentes
«Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pon tu mano sobre él; y lo pondrás delante de Eleazar el sacerdote y delante de toda la congregación, y le darás el cargo en presencia de ellos.» Números 27: 18,19
Cuando llegó el momento de elegir un nuevo líder para guiar al pueblo de Israel, Dios tenía un plan específico. Moisés, el líder que había guiado al pueblo durante tantos años a través del desierto y que había hablado con Dios cara a cara, estaba a punto de pasar el bastón. Dios eligió a Josué, un hombre que había sido leal, que había espiado la Tierra Prometida y que tenía fe en que Dios entregaría esa tierra al pueblo de Israel.
Dios le dijo a Moisés que impusiera las manos sobre Josué frente a todo el pueblo, para que todos vieran que Josué era el elegido. Esto era importante porque mostraba que Josué no estaba asumiendo el mando por sí mismo, sino que estaba siendo puesto en esa posición por Dios, a través de Moisés. La ceremonia de transferencia de liderazgo era la manera en la que Dios se aseguraba de que el pueblo continuaría siguiendo el camino que Él había planeado para ellos, con un líder que Él mismo había elegido.
Este momento nos enseña sobre la importancia de seguir la dirección que Dios establece. Él sabe quién es la persona correcta para guiarnos en cada momento de nuestras vidas. Y cuando Dios elige a alguien para una misión, Él lo ayuda, capacitándolo con lo que necesita para cumplir Su voluntad.
En Acción:
Haz una lista con los nombres de los líderes que conoces. Esto puede incluir el nombre de tu presidente, alcalde, maestros, o incluso personas de tu familia y amigos que te ayudan e inspiran. Después de hacer la lista, elige algunos de estos nombres y dedica un momento para orar por ellos, pidiendo a Dios que los guíe y los bendiga en sus responsabilidades.