20 febrero | Adolescentes
«Conoce, pues, que Jehová, tu Dios, es Dios, Dios fiel.» Deuteronomio 7: 9
Deuteronomio, el quinto libro escrito por Moisés, es un tesoro lleno de sabiduría y orientación. En él, Moisés hace un resumen de todo lo que Dios hizo por el pueblo de Israel. Recuerda las maravillas que Dios realizó, las dificultades que superaron y las promesas que Dios cumplió. Esto nos enseña algo muy importante: es esencial recordar las cosas buenas que Dios ha hecho en nuestras vidas y en la vida de nuestra familia. Al recordar estas maravillas de Dios, avivamos la llama de nuestra fe y gratitud. Es como mirar un álbum de fotos de nuestra jornada con Dios, donde en cada página podemos ver que nuestro «Dios, es Dios, Dios fiel».
A veces, podemos olvidar todas esas veces que Dios nos ayudó, nos protegió y nos bendijo. A menudo necesitamos recordar esos momentos, para fortalecernos ante los próximos desafíos que la vida nos traerá. Nosotros mismos somos los primeros que necesitamos escuchar nuestro propio testimonio, para nunca olvidar de dónde nos sacó Dios y todo lo que ya ha hecho por nosotros.
En Acción:
En el próximo culto de recepción de sábado, organiza un momento especial con tu familia para hablar sobre todas las bendiciones recibidas en este último año. Cada miembro de la familia puede hablar sobre algo por lo que está agradecido. Luego, oren juntos, agradeciendo a Dios por todas estas bendiciones. Este momento será una hermosa oportunidad para reconocer la fidelidad de Dios y agradecer por Su constante presencia en sus vidas.