27 febrero | Adolescentes
«Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; nadie como él, en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón, y a todos sus siervos, y a toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.» Deuteronomio 34: 10-12
Moisés fue uno de los mayores líderes que el pueblo de Israel haya tenido. Fue elegido por Dios para liberar al pueblo de la esclavitud en Egipto, guiarlos por el desierto y llevarlos hasta la Tierra Prometida. Pero la historia de Moisés nos enseña mucho más que las lecciones sobre su excelente liderazgo, nos habla sobre la obediencia, la fe y las consecuencias de nuestras acciones.
La vida de Moisés estuvo llena de desafíos, desde su nacimiento, cuando tuvo que ser escondido para no ser asesinado, hasta los momentos en que enfrentó al Faraón de Egipto. Dios realizó muchos milagros a través de Moisés, como la división del Mar Rojo y la entrega de los Diez Mandamientos. Sin embargo, aunque era un gran líder y profeta, Moisés era humano y, como todos nosotros, también cometió errores. Uno de esos errores fue cuando golpeó la roca para sacar agua, en lugar de hablarle, como Dios le había ordenado. Por este acto, Dios le dijo a Moisés que no entraría en la Tierra Prometida.
El final de la vida de Moisés nos enseña sobre la humildad y la aceptación de las consecuencias de nuestras acciones. Dios permitió que Moisés viera la Tierra Prometida desde lo alto de una montaña, pero no pudo entrar en ella. Aun así, Moisés murió en paz, sabiendo que había cumplido su misión de llevar al pueblo de Israel hasta la tierra que Dios les había prometido.
En Acción:
Con la ayuda de un adulto, crea un mural con las principales lecciones que podemos aprender de la vida de Moisés. Puedes usar dibujos, palabras o imágenes de internet para representar cada lección, como la importancia de seguir las indicaciones de Dios, el valor para enfrentar desafíos y la humildad para aceptar las consecuencias de nuestros actos. Este mural será un recordatorio diario de las valiosas lecciones que la historia de Moisés tiene para enseñarnos.