3 marzo | Adolescentes

LECCIONES DE LA CONQUISTA DE JERICÓ

«Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las trompetas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la trompeta, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.» Josué 6: 20

Josué fue el sucesor de Moisés como líder del pueblo de Israel. Conquistó muchas ciudades, pero Jericó fue la más famosa. En los tiempos bíblicos, una de las maneras de tomar una ciudad era atacarla por las murallas. Sin embargo, en la historia de hoy, los israelitas no necesitarían luchar. Subieron las montañas lentamente, pues el Señor iba a pelear por ellos. Rodearon los muros, dieron 13 vueltas alrededor de la ciudad (una vuelta cada día y siete vueltas el séptimo día), los sacerdotes tocaron las trompetas haciendo temblar el cielo y la tierra, el pueblo gritó, las murallas se derrumbaron y Jericó fue derrotada.

Un detalle importante de esta historia son las 13 vueltas que el pueblo de Israel dio alrededor de Jericó. Pero, ¿por qué 13? Esta estrategia divina tenía un propósito: después de tantas vueltas, los israelitas debían tener absoluta claridad de que, por fuerza humana, sería imposible derribar esas murallas. ¡Necesitaban un milagro! De la misma manera, a nosotros, que creemos vivir en el tiempo del fin, se nos recuerda que, ante los obstáculos aparentemente infranqueables, nuestra victoria depende enteramente de la intervención divina.

Cuando ves trompetas, promesa de una nueva tierra, muros cayendo, o sea, destrucción, ¿no te recuerda lo que sucederá en el futuro? Lo que pasó en Jericó volverá a suceder en el tiempo del fin. Estamos dando vueltas, pero necesitamos reunirnos y tocar las trompetas, anunciando el regreso de Jesús. Por más imposible que pueda parecer, para Dios nada es imposible. Por eso, ¡no te desanimes! Si creemos y confiamos en Él, Dios nos ayudará a seguir adelante y cumplir nuestra misión.

En Acción:

Con la ayuda de tus padres, usa un celular para compartir el mensaje del regreso de Jesús con 13 amigos. Recuerda, como en la historia de Jericó, para Dios nada es imposible. ¡Vamos juntos a cumplir esta misión que parece casi imposible!