6 marzo | Adolescentes
«De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres. Tomaron posesión de ella, y la habitaron.» Josué 21: 43
¿Alguna vez has pensado en lo bueno que es tener a alguien en quien siempre puedes confiar? ¿Alguien que nunca rompe sus promesas? ¡Esa persona es Dios! En Josué 21: 43-45, la Biblia nos muestra a Dios cumpliendo Sus promesas. Es como si estuviera diciendo: «El Señor es fiel». Esto significa que, pase lo que pase, Dios siempre cumplirá Sus promesas.
A veces, las cosas pueden no salir como esperábamos. Los amigos pueden decepcionarnos, los planes pueden salir mal o quizás podemos sentirnos solos. Pero, incluso en estos momentos, podemos estar seguros de una cosa: Dios está con nosotros y Él es fiel. Él nunca nos abandona y siempre cuida de nosotros. La fidelidad de Dios es como el sol que sale todas las mañanas. No importa lo que haya sucedido el día anterior, el sol siempre aparece, trayendo luz y calor. Dios es así. Todos los días, Él está con nosotros, ofreciendo Su «calor». No importa lo que hagamos, Él no cambia. Su fidelidad no depende de nosotros, es parte de quién Él es.
¿Conoces esa sensación de seguridad que sientes cuando sostienes la mano de un adulto al cruzar la calle? Es más o menos así como podemos sentirnos con Dios. Él nos guía, nos protege y nos ayuda a enfrentar cualquier desafío. Es increíble saber que, incluso cuando todo parece incierto, podemos confiar plenamente en Dios.
En Acción:
Una forma especial de recordar la fidelidad de Dios es memorizando el versículo de hoy. Intenta repetirlo siempre que te sientas preocupado o tengas problemas: «De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres. Tomaron posesión de ella, y la habitaron. Jehová les dio paz a su alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres, y ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.» Verás cómo estas palabras pueden traerte paz y coraje en momentos difíciles.