7 marzo | Adolescentes
«Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.» Josué 24: 15
Josué hizo una elección muy importante para él y su familia: «Yo y mi casa serviremos al Señor». Esto significa que decidió que en su hogar, todos seguirían y respetarían a Dios. Debes saber que servir a Dios no es solo ir a la iglesia. También es ser amable, ayudar en casa, estudiar con dedicación y tratar bien a los amigos y hermanos. Cuando ayudamos a nuestros padres, compartimos nuestros juguetes o perdonamos a alguien, estamos mostrando el amor de Dios en acción, sirviéndolo.
Servir a Dios no se trata solo de grandes cosas; cada pequeña actitud que tomamos puede convertirse una manera de servir a Dios. Incluso hacer la cama, hacer la tarea, lavar los platos o cuidar de nuestra mascota son formas de mostrar que queremos hacer lo correcto y agradar a Dios. Cuando Josué hizo esta elección, desafió a sus oyentes: «Elijan hoy a quién servirán, pero yo y mi familia serviremos al Señor». ¿Se animan a buscar servir al Señor como familia también?
En Acción:
Con la ayuda de un adulto, crea un cuadro con tareas simples que puedas hacer en casa para ayudar a tu familia y a las personas que están cerca de ti. Puede ser arreglar tu habitación, ayudar a poner la mesa, llevar las bolsas de las compras del mercado a la cocina o cuidar las plantas. Cada vez que completes una tarea, recuerda que estás sirviendo a Dios con tus acciones.