20 marzo | Adolescentes
«¿Acaso se complace Jehová tanto en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a las palabras de Jehová? Mejor es obedecer que sacrificar.» 1 Samuel 15: 22
Seamos honestos... obedecer no siempre es fácil, especialmente cuando tenemos que hacer algo que no queremos. Pero debes saber que la obediencia es muy importante para Dios. En 1 Samuel 15: 22, aprendemos que obedecer a Dios es mejor que ofrecer sacrificios. Esto significa que Dios valora más nuestra disposición para seguir Sus orientaciones que los grandes actos que hacemos para impresionar.
A veces, nuestros padres o maestros nos piden que hagamos cosas que no entendemos o incluso que no nos gustan. Pueden ser cosas simples, como ir a bañarse, cepillarse los dientes, hacer la tarea o incluso dejar de jugar para ir a dormir. Estos momentos son oportunidades para practicar la obediencia. Cuando obedecemos, mostramos nuestra humildad y dependencia de nuestros padres, adultos o incluso de Dios, reconociendo que tenemos mucho que aprender. Después de todo, Dios sabe cuál es el mejor camino para nosotros, incluso cuando no entendemos completamente. De hecho, la obediencia está ligada a la confianza. Al obedecer a Dios, también demostramos que confiamos en que Él sabe lo que es mejor para nosotros.
En Acción:
Desafío del Día: Sé totalmente obediente. Intenta pasar un día entero sin cuestionar las peticiones de tus padres y maestros. Haz todo lo que te pidan con un corazón dispuesto y alegre. Al final del día, reflexiona sobre cómo fue esa experiencia. ¿Fue difícil? ¿Aprendiste algo nuevo sobre la obediencia? Recuerda, cada acto de obediencia es un paso más hacia adelante en el camino de la dependencia de nuestro Dios.