28 marzo | Adolescentes
«Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.» 2 Samuel 12: 13
David, a pesar de ser un rey valiente y fiel, un héroe para su nación, cometió un gran error. Él vio a Betsabé, una mujer casada, y quiso que ella fuera suya, aunque sabía que eso estaba muy mal. David intentó ocultar su error haciendo cosas aún peores, lo que nos recuerda cómo un pequeño desvío del camino correcto puede llevar a grandes problemas.
Dios, que ve todo, envió al profeta Natán para contarle a David una historia que lo ayudó a ver su error. David se dio cuenta de que había desobedecido a Dios y se arrepintió profundamente. Pero, como todo lo que hacemos tiene consecuencias, David enfrentó problemas en su familia después de eso.
Esta historia nos enseña sobre la importancia de tomar decisiones correctas y sobre cómo es importante pedir perdón cuando nos equivocamos. Dios siempre está dispuesto a perdonarnos, pero también debemos estar preparados para enfrentar las consecuencias de nuestras acciones y aprender de ellas.
En Acción:
Lee el Salmo 51 y reflexiona sobre las palabras de David. Luego, intenta escribir tu propio «salmo» de arrepentimiento o gratitud. Puede ser una oración, un poema o simplemente algunas frases sobre cómo te sientes en relación a Dios y en qué aspectos deseas mejorar. Guarda esto en un lugar especial o compártelo con alguien en quien confíes. Esta es una manera de recordar que todos cometemos errores, pero Dios está siempre listo para perdonarnos y ayudarnos a crecer.