6 abril | Adolescentes
«Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.» 2 Reyes 2: 11
No, la historia de hoy no se trata de un cochecito de Hot Wheels. Es una historia real que le ocurrió a Elías. ¡Imagínate! Elías no era un hombre cualquiera, él fue uno de los profetas más importantes que jamás haya existido, reconocido por seguir y confiar en Dios. Su amigo fiel, Eliseo, estaba siempre a su alrededor, aprendiendo de él todo lo que podía.
Cierto día, mientras caminaban juntos, algo espectacular sucedió: un carro de fuego, tirado por caballos también de fuego, descendió del cielo para buscar a Elías. En ese mismo momento, Elías fue llevado al cielo dentro de ese carro, pero en medio de un torbellino. ¡Uau! ¡Sí, eso mismo que escuchaste! Elías no murió como la mayoría de las personas, él fue llevado vivo al Cielo por Dios. Y antes de subir, Elías lanzó su capa a Eliseo. Esa capa era muy especial, pues mostraba que Eliseo continuaría el ministerio de Elías en la Tierra.
Sabes, esta historia va mucho más allá de un viaje sorprendente en un carro de fuego. Es una prueba del inmenso poder de Dios. Actualmente, hay tres personas en el Cielo que son testigos de ese poder: Enoc, Elías y Moisés. Esta realidad nos llena de esperanza, pues nos muestra que, si aceptamos a Jesús como nuestro Salvador y seguimos Sus caminos, ¡nosotros también seremos llevados al Cielo algun día!
En Acción:
Llena una botella transparente con agua, añade purpurina, ciérrala bien y gírala para formar tu propio torbellino. Mientras observas el torbellino que has creado, recuerda el poderoso torbellino de fuego en el que Elías ascendió al Cielo.