23 abril | Jóvenes
«Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra» (2 Crón. 15: 7).
El versículo de hoy forma parte del discurso pronunciado por el profeta Azarías después de la victoria del rey Asa sobre el ejército de Zera, el etíope. A través de las palabras del profeta, Dios impresionó el corazón del rey de Judá para que continuara llevando a cabo reformas espirituales entre su pueblo. Si esto sucedía, Asa tendría éxito.
¿Deseas tú tenerlo en todas tus metas? Te sugiero que practiques tres palabras que empiezan con la letra ce. La primera es «Comienza». Un viaje largo y fructífero comienza con el primer paso. ¿Qué necesitas iniciar en tu vida? ¿Un curso? ¿Una dieta? ¿La práctica de ejercicio físico? Te sugiero que pongas «un pie en el agua» de inmediato y hagas que suceda. Recuerda que ningún paso es más importante que el primero.
Sé que a veces da miedo empezar. La vida presenta muchas incertidumbres y desafíos. Sin embargo, necesitas tener el coraje de levantar el ancla de la inercia y dirigirte hacia la realización de tus sueños. Jonny Anderson dijo: «Es mejor intentar y fallar que fallar sin intentar».
La segunda palabra es «Continúa». Si ya has comenzado un proyecto y ha sido beneficioso para ti, no te desanimes. ¡Ten perseverancia! Hazlo como la maratoniana suiza Gabriela Andersen, quien, a pesar de estar deshidratada y con fuertes calambres en las piernas, permaneció en la carrera hasta el último segundo, completando los cuarenta y dos kilómetros de la maratón femenina de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Andersen sigue siendo recordada hoy como símbolo de perseverancia y resistencia. Así que ya lo sabes, ¡no te rindas!
La tercera palabra es «Concluye». ¿Recuerdas ese curso que comenzaste hace algún tiempo? ¿Y el propósito de leer toda la Biblia en un tiempo determinado? ¿Por qué no terminar esos proyectos? Dios te concederá la fuerza necesaria para concluir aquello con lo que tanto soñaste. Después de todo, ¡él es especialista en llevar a cabo las tres ces! La Biblia dice: «Estoy seguro de que aquel que comenzó la buena obra en ustedes la llevará a cabo hasta el día de Cristo Jesús» (Fil. 1: 6).
Comienza, continúa y concluye. Simple, ¿verdad? El rey Asa siguió este plan y se convirtió en uno de los mejores reyes de Judá. Si él pudo, tú también puedes. ¡Comienza ahora!