1 junio | Jóvenes
«No pondré delante de mis ojos cosa injusta» (Sal. 101: 3).
Diariamente, nuestros ojos son bombardeados por millones de píxeles que hiperestimulan nuestra mente con una variedad de formas y colores. Cada dos minutos, la humanidad toma más fotos que todos los clics del siglo XIX. Vallas publicitarias, revistas, sitios web, pancartas..., todos estos artilugios sirven como plataforma para estimular la imaginación de una sociedad que descubrió hace mucho tiempo que «una imagen vale más que mil palabras».
De los cinco sentidos, creo que la vista es el más valorado. Estamos «perdidamente cegados» por lo que vemos. Si tuviéramos que elegir uno de los sentidos para perder, la vista sería sin duda la última opción. Dependemos mucho del «ver para comprar», «ver para aceptar» e incluso «ver para creer».
Los medios de comunicación saben esto y hacen todo lo posible para atraparnos con los encantos de la belleza y la emoción. En esta dictadura de la imagen, los brasileños pasan, en promedio, nueve horas al día conectados a las pantallas. Brasil es también el segundo país en el ranking mundial de uso de Internet, situándose solo por detrás de Filipinas.
En el Sermón del Monte, Jesús afirmó que los ojos son la lámpara del cuerpo. Son las principales ventanas del alma que alimentan la mente y el corazón. «Si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo estará lleno de luz» (Mat. 6: 22), dijo Jesús. ¿Qué tipo de imágenes has estado viendo? ¿Tu cuerpo está en la oscuridad, o se encuentra iluminado por las cosas que has contemplado?
Elena G. White escribió: «Hay una ley de la naturaleza intelectual y espiritual según la cual modificamos nuestro ser a través de lo que contemplamos. La inteligencia se adapta gradualmente a los asuntos en que se ocupa. Se asimila lo que se acostumbra a amar y a reverenciar» (Mente, carácter y personalidad, t. 1, pág. 329).
A lo largo de este día, no permitas que tus ojos contemplen cosas malas. Coloca filtros en Internet y en tu mente. Escenas inmorales, indecentes, violentas y que se burlan de Dios no deben pasar a través de tus córneas. Si aparece una noticia con el aviso de «imágenes fuertes», sé fuerte tú y no la veas. Recuerda que la mente no tiene desagüe. Todo lo que pongas allí, allí permanecerá.
Decide hoy ver cosas verdaderas, nobles, correctas, puras, amables, de buena reputación y dignas de elogio (ver Fil. 4: 8). Ellas moldearán tu carácter e iluminarán tu vida.