22 junio | Jóvenes

El desafío del segundo

«Ni es de los veloces la carrera, ni de los fuertes la guerra» (Ecle. 9: 11).

Segundo día del año. ¿Qué nos deparará? La resaca del fin de la fiesta se hace presente. La festividad ha concluido, los últimos fuegos artificiales se apagaron ayer, quizá los regalos ya recibidos han perdido su encanto, y los abrazos cariñosos escasean de nuevo. Lo que queda es la deuda en la tarjeta de crédito y la comida recalentada. ¿Dónde están las promesas, el esplendor y la euforia? Quizás se hayan ido en cuanto tuvieron oportunidad. Pero hay muchos «segundos» por delante. Mientras el primer día del año está lleno de emoción, el segundo se rige por la razón.

A menudo, las personas no aprecian la palabra «segundo» porque parece sugerir algo inferior o de segunda categoría. Raramente buscamos el segundo lugar, ganar una medalla de plata o ser subcampeones. ¿Hacer la segunda milla? Se siente casi como una penitencia. El segundo día de la semana, el lunes, tampoco es precisamente el favorito, considerado por muchos el día internacional del segundo intento. Pero ¿y el 2 de enero? Nadie planea revolucionar su vida en esa fecha. Pero la verdad es que hoy la realidad se nos presenta tal como es, sin filtros ni máscaras.

¡Pero espera! Recordemos que quien da forma a tu día eres tú. Tus decisiones a lo largo de tu camino son las que determinarán tu felicidad y tu destino. Así que vive cada segundo con sabiduría y mantente firme en tus planes para este nuevo año. Eres el responsable de tu futuro. Son tus elecciones, no tus circunstancias, las que forjarán tu destino.

Seamos sinceros. Los «segundos» no son inevitablemente negativos. En ocasiones, las medallas de plata saben a victoria, las comidas recalentadas son aún más sabrosas, y el lunes puede ser el día más emocionante de la semana, todo depende de tu perspectiva.

Tal vez estés frustrado sintiéndote siempre un «coprotagonista», un «segundo» (o segundón) en el podio de la vida. No eres el más inteligente de tu curso, el simpático del barrio, ni formas parte del equipo titular de la escuela. ¡Tranquilo! Aún estamos en el segundo día del año. Comprende que no siempre los más veloces ganan la carrera, ni los más fuertes la batalla. Cuando pones a Dios en primer lugar, todo se endereza.

Recuerda, el segundo día de enero también es valioso, y si aprovechas cada segundo de esta nueva oportunidad que Dios te regala, tendrás un año inolvidable.