21 enero | Jóvenes

Disciplina

«Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo, pero el que acepta la corrección recibirá honra» (Prov. 13: 18). 

La disciplina es la herramienta más importante en el arte de vivir. Quien aprende a manejarla sabiamente tendrá una vida productiva y bendita. Lo contrario también es verdadero. Quien no desarrolla la disciplina «cae en la pobreza y en la vergüenza». Las personas de éxito son, en su mayoría, disciplinadas. Suelen pagar el precio necesario para conquistar sus logros.

En general, tenemos una idea equivocada de la disciplina. La pensamos negativamente, casi siempre asociándola con sus aspectos punitivos: niños maltratados por padres severos, rigidez autoritaria u órdenes arbitrarias dadas a gritos. Si el concepto que tenemos se forjó sobre la base de un patrón opresivo, veremos a la disciplina como enemiga.

Pero la persona de éxito ve a la disciplina con otros ojos:

La disciplina nos ayuda a organizar nuestra vida en dirección al éxito. El Señor desea que tengas una vida disciplinada. Pide ayuda a Dios para vivir de la mejor manera posible. Somete tu voluntad a la suya, y él te ayudará a tener la disciplina que necesitas.