16 septiembre | Jóvenes
«Y les dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”» (Mar. 16: 15).
Hace algunos años, tuve la oportunidad de viajar con el cuarteto Arautos do Rei a Angola, un país en la costa occidental de África. Pasamos doce días realizando presentaciones en diversas ciudades como Benguela, Lubango, Lobito y la capital, Luanda. Fue una alegría conocer de cerca a ese pueblo carismático, extremadamente musical y siempre con una franca sonrisa en el rostro.
En el último sábado de la gira, cada integrante del cuarteto predicó en un lugar diferente. Recuerdo que fui conducido a una iglesia que se reunía al aire libre, debajo de algunos árboles frondosos. Había alrededor de trescientas personas sentadas en aquellos bancos. Incluso había un coro vestido con togas azules liderando la doxología. ¡Fue muy especial!
Otro hecho destacado de ese viaje ocurrió antes de nuestra presentación en Lubango. Nos avisaron sobre la presencia de hechiceros en el lugar de la predicación, y nos advirtieron de que debíamos tener mucho cuidado con las palabras para prevenir «problemas al dormir». ¿Qué harías tú? ¿Tendrías miedo? Al conocer la exhortación de los hermanos, el predicador de «A Voz da Profecia» decidió hablar exactamente sobre ese tema. Durante el llamado, hizo una invitación para que los hechiceros aceptaran a Jesús. Así que presenciamos de cerca la lucha entre el bien y el mal. Pero, gracias al poder de Dios, cientos de personas se entregaron a Cristo y fueron liberadas de las garras de Satanás.
Al día siguiente, durante el desayuno, los hermanos angoleños nos preguntaban constantemente: «¿Pastores, han dormido bien?». Nuestra respuesta fue: «Sí, hemos dormido bien». Curiosos, le preguntamos a una compañera de viaje: «¿Por qué nos están preguntando eso?». Entonces ella respondió: «Nadie que hable de lo que ustedes predicaron ayer puede dormir tranquilo, sin que la cama se mueva, las luces parpadeen sin parar y los cuadros vuelen sobre su cabeza».
¿Predicarías en un lugar así? ¿Invitarías a las personas a dejar sus caminos de pecado? Jesús nos llama hoy a anunciar el evangelio en todo el mundo, sin importar la etnia, la cultura o el nivel social. ¡Hazlo con valentía y amor! El Dios Todopoderoso ciertamente estará contigo.