26 enero | Jóvenes
«Las hormigas, pueblo que no es fuerte, […] en verano preparan su comida» (Prov. 30: 25).
¿Has oído hablar del cuarteto más pequeño del mundo? Este es verdaderamente fantástico, ya que la Biblia dice que sus miembros son más sabios que los sabios. No cantan ni tocan instrumentos musicales. Permíteme presentártelos: la hormiga, el conejo, el saltamontes y la lagartija. Esta formación «animal» es una creación del sabio Agur, descrita en Proverbios 30: 24-28.
Las hormigas son insectos fascinantes. Se estima que existen alrededor de siete mil quinientas especies diferentes que viven en colonias con hasta seiscientos mil habitantes. ¡Realmente dominan el planeta! Hace algunos años, los investigadores encontraron una colonia gigantesca que abarca todo el sur de Europa, extendiéndose por seis mil kilómetros.
Las hormigas son símbolo de fuerza, perseverancia y trabajo en equipo. A pesar de ser pequeñas, pueden cargar objetos hasta cincuenta veces más pesados que sus propios cuerpos. Además, poseen un sistema avanzado de ingeniería y comunicación. Sin embargo, otra característica que llamó la atención del sabio Agur es que las hormigas se preparan para tiempos de crisis.
Durante el verano (que podría simbolizar tiempos de prosperidad), las hormigas mastican las hojas que llevan al hormiguero y regurgitan una especie de pulpa que servirá para cultivar hongos, el alimento real de la colonia. Imagina la «línea de producción» de un ejército de obreras, ya que las hormigas tienen dos estómagos.
Prepararse para el futuro es una poderosa lección que podemos aprender de estos insectos, algo que ha sido observado durante miles de años. El escritor griego Esopo lo destacó en la famosa fábula de “La cigarra y la hormiga”. José en Egipto también descubrió, por dirección divina, que debía almacenar alimentos antes de que llegara el hambre (Gén. 41: 35-36).
Y tú, ¿estás preparado para el futuro? ¿Estás listo para enfrentar crisis financieras, emocionales y espirituales que puedan surgir? Jesús nos advirtió en la parábola de las diez vírgenes que debemos tener aceite de reserva, lo que significa que necesitamos desarrollar intimidad con él, permitiendo que el Espíritu Santo habite en nuestro corazón a diario. Prepárate entregando tu vida a Dios cada día, porque así como ocurre con la llegada del invierno para las hormigas, la llegada de crisis es inminente e inevitable. Pero no te preocupes. Observa a las hormigas y aprende que la mejor respuesta no es ceder al miedo paralizante, sino estar debidamente preparado para enfrentar las dificultades.