12 noviembre | Jóvenes
«De corazón haciendo la voluntad de Dios» (Efe. 6: 6).
Muchos jóvenes se sienten inseguros al tomar decisiones. Si tienes entre dieciséis y veintiséis años, estás en la etapa más difícil de la vida. Se le llama la década crítica. Durante este período, se deben decidir las grandes cuestiones de la existencia. Las elecciones que hagas en esta etapa determinarán el curso de tu vida en los cincuenta años siguientes.
La mayoría de las decisiones de los jóvenes en este período se toman basándose en la voluntad, incluida la elección de la profesión, la pareja y también los valores que marcarán la vida para siempre. Sin duda, recibirás la influencia y orientación de personas que te aman, como padres, profesores y amigos, pero la decisión final siempre será tuya.
Te enfrentarás a cientos de cuestiones importantes y tendrás que decidir qué dirección tomar. Te verás obligado a afrontar presiones y tentaciones que las generaciones anteriores no tuvieron ante sí.
La mayoría de las tareas que necesitamos realizar para cumplir con el deber requieren el uso de la voluntad. Aquí hay algunas de ellas: resistir a la tentación, perseverar en una tarea difícil, romper un hábito e incluso rendirse.
Observa que todas estas cuestiones están relacionadas con el poder de la voluntad. Hay solo una diferencia: si tomas una decisión hoy, se vuelve más fácil dar el siguiente paso al día siguiente. Pero no se puede acumular energía de una decisión a la otra. Cada decisión es única. Perseveras en el cumplimiento de una tarea y puedes gozarte en la sensación del deber cumplido. Sin embargo, la próxima tarea desafiante lo será tanto como la anterior.
Por increíble que suene, el único acto de la voluntad capaz de producir energía para la próxima lucha es la rendición. Es cuando sometes tu voluntad a la voluntad de Dios. Es soltar el control. Es entregar tus ambiciones, sueños, recursos, relaciones, tiempo y deseos a Dios. A menudo, nuestras elecciones fallan porque no incluimos a Dios en nuestros planes.
Elena G. White escribió: «La voluntad es el poder que gobierna en la naturaleza del hombre, poniendo a las demás facultades bajo su dominio. La voluntad no es el gusto ni la inclinación, sino el poder de decidir que actúa en los hijos de los hombres para obediencia o desobediencia a Dios» (Mensajes para los jóvenes, pág. 104).
Con tantas preguntas por responder, es crucial entender el papel de la voluntad en nuestra vida. No es el gusto ni la inclinación. El poder que decide nos gobierna. Alinea tus sueños con los de Dios. Hazlo y tomarás las mejores decisiones.