27 noviembre | Jóvenes
«También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos» (2 Tim. 3: 1).
El ser humano a veces es muy contradictorio y, con el paso del tiempo, esto se vuelve cada vez más evidente. Puedes analizar, por ejemplo, la brecha entre el avance tecnológico, por un lado, y el desarrollo social, por otro. SpaceX, una empresa estadounidense, es un buen ejemplo. Forma parte del conglomerado que promete revolucionar el presente y el futuro de la humanidad. Uno de los proyectos de SpaceX es construir una ciudad habitable en Marte como una alternativa a un posible colapso de la tierra. Por lo tanto, el 30 de mayo de 2020, SpaceX se convirtió en la primera empresa privada en enviar un cohete a la órbita extraplanetaria. Esta hazaña causó un gran revuelo en las redes sociales, especialmente debido al contexto de crisis que dominaba el mundo a causa del covid-19, con muchas personas en aislamiento social y en muchos lugares confinadas dentro de sus hogares. La gente no podía salir de sus casas, a veces ni siquiera para ir a la farmacia. Alguien comentó: «¡Qué tiempos más extraños! Podemos viajar al espacio, pero no podemos salir ni para ir a la esquina».
Son tiempos extraños, ciertamente. La Biblia describe los últimos días como tiempos difíciles. ¿Por qué? El ser humano se convierte en el mayor de todos los problemas. Puede parecer irónico, pero es una realidad pura. Estamos viviendo tiempos difíciles. Padres e hijos, que comparten el mismo hogar, utilizan sus teléfonos para comunicarse en lugar de hablar cara a cara. En algunos países, el número de divorcios ya supera al de matrimonios. Existe un proyecto para la supervivencia de la población en el espacio; sin embargo, la vida en la tierra está siendo diezmada por la irresponsabilidad humana. Las personas matan y mueren por motivos triviales. Padres y madres abandonan a sus familias. Hijos matan a padres, padres matan a hijos; madres abandonan a bebés recién nacidos en la basura; adultos cometen violencia contra niños; adolescentes se prostituyen para sobrevivir; políticos roban a la nación; ciudadanos sobornan a funcionarios públicos. En resumen, el caos parece inevitable, y el egoísmo y la avaricia están en el centro de esta tormenta.
A pesar de todo esto, la Biblia nos alienta a tener esperanza, ya que Dios está al control de la historia. Muy pronto, Jesús regresará para llevar a sus elegidos y otorgarles la vida eterna. ¿Te gustaría estar entre ellos? ¿Tienes planes de hacer este viaje interplanetario? ¿Cambiarías una temporada en Marte por la eternidad en el cielo? Abróchate el cinturón. Estamos a punto de despegar.