29 noviembre | Jóvenes
«Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» (2 Tim. 3: 16-17).
¿Ya leíste alguna vez la Biblia de principio a fin? ¿Puedes encontrar versículos sobre temas que te interesan y que testifiquen de tu fe? Te desafío a comprometerte a estudiar la Palabra de Dios como un ejercicio de disciplina espiritual. Por ejemplo, podrías leer un capítulo del Nuevo Testamento por día. También podrías seguir un plan de lectura anual de la Biblia. Personalmente, cada año leo la Palabra en una versión diferente. Esta práctica solo me lleva unos veinte minutos al día. Algunos años, también elijo un tema de lectura, como las intervenciones de Dios, las relaciones, la oración, el liderazgo, etcétera.
Cualquiera que sea el plan de lectura y estudio que elijas, lo importante es tener un plan. El mejor plan de estudio de la Biblia es el que llevas a la práctica. ¿Cuál es la importancia de estudiar la Biblia? ¿Puedes pensar en otra manera de convertirte en un discípulo sin estudiarla? Puedo decir honestamente que nunca he conocido a un joven cuya vida haya cambiado de manera significativa sin el estudio regular de la Palabra de Dios. ¿Quieres cambiar tu vida? Estudia la Biblia.
Reevalúa tu compromiso con la Palabra. ¿Vienes leyendo la Biblia regularmente? ¿Has obtenido fuerza a través de ella? ¿Has experimentado la alegría de leerla entera? ¿Estás dispuesto a enfrentar este desafío?
Cuando Pablo dijo que «toda Escritura» está inspirada, se refería a ella de principio a fin. No intentes seleccionar y clasificar lo que Dios ya ha seleccionado y clasificado. Aquí tienes algunas ideas de lo que Pablo quiso decir cuando dijo que la Biblia «es divinamente inspirada» y también útil en varias áreas de la vida:
• Es útil para enseñar: Nos muestra qué hacer.
• Es útil para reprender: Nos muestra qué no hacer.
• Es útil para corregir: Nos muestra qué hacer cuando no hicimos lo que deberíamos haber hecho.
• Es útil para instruir en justicia: Nos muestra cómo andar rectamente, llevándonos a bendecir y dar fruto.
Atesora este consejo: Nunca te arrepentirás del tiempo invertido en el cuidadoso estudio de la Palabra de Dios. Será útil de muchas maneras: hoy, mañana y mientras vivas. No esperes a que otro te cuente lo que dice la Biblia. ¡Léela por ti mismo!