12 diciembre | Jóvenes
«Así que vosotros, amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos caigáis de vuestra firmeza» (2 Ped. 3: 17).
Todos necesitamos principios fiables para orientar nuestra vida. Responde rápidamente: ¿Dónde están fundamentados tus valores? Si la respuesta es en la Palabra de Dios, sigues la dirección correcta. La Biblia debe ser nuestra regla de fe y práctica. El secreto para perseverar en medio de las influencias de la vida es cultivar una mentalidad bíblica.
Para tomar decisiones correctas, es necesario conocer la diferencia entre principios y normas. En la Biblia encontramos ambos tipos. Los principios son eternos y universales; las normas son temporales y aplicables a contextos específicos.
Por ejemplo, el principio de la modestia cristiana es fácilmente identificable en las Escrituras. Con base en ese valor, entendemos que los cristianos deben vestirse con sencillez, decencia y sentido común.
En tiempos bíblicos, existía una forma concreta y cultural de aplicar ese principio. Las mujeres, por ejemplo, debían usar velo. Obviamente, esta regla no está vigente hoy. Existen medios más apropiados en la actualidad para expresar el principio de la modestia.
No debemos menospreciar las normas. Son la aplicación concreta de los principios. Sin ellas, los valores se pueden percibir como vagos y subjetivos. Sin embargo, debemos entender que pueden cambiar y adaptarse a diferentes contextos culturales. Otra cosa importante: las normas nunca deben contradecir a los principios bíblicos. Ellas les prestan un significado objetivo.
Quienes se aferran solo a las normas y no comprenden los principios que subyacen a ellas tienden a vivir una religiosidad legalista e hipócrita. Por su parte, aquellos que han aprendido a vivir guiados por principios tienen una brújula interna que los orienta ante las decisiones de la vida.
Es necesario seguir los principios de la Biblia. Así, con el Espíritu Santo como tu guía, te ajustarás a las normas que te permitirán vivir de manera correcta. Pide a Dios que te ayude a comprender sus principios y ora para que él te dé fuerzas para seguir las normas correspondientes.