14 diciembre | Jóvenes
«Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes» (1 Juan 2: 14).
Creo firmemente que Dios va a levantar una generación viva en nuestro tiempo. Lo que él va a realizar en la iglesia de ahora en adelante será a través de los jóvenes. La juventud es la etapa más estratégica de la vida. Durante este periodo, se toman las decisiones más grandes e importantes. Nadie vuelve a tener sueños tan grandes como los que tuvo en su juventud. Por lo general, es en este momento cuando tenemos más valentía para asumir riesgos.
Algunos piensan que los jóvenes son inmaduros e irresponsables. He vivido en una época en la que se decía que «los jóvenes son el futuro de la iglesia». Esta afirmación es engañosa. Aunque ya no la repitamos tanto, en la práctica de algunas de nuestras iglesias los jóvenes siguen siendo tratados como miembros de segunda categoría. Este no es el concepto bíblico sobre la juventud.
La Biblia hace más de trescientas referencias a los jóvenes para denotar una franja de edad o un grupo en la sociedad. Cuando la Biblia usa «joven» y «viejo», se refiere a la transición de la vida. El joven es considerado responsable de sus acciones. Maduro para tomar sus propias decisiones, debe asumir los desafíos de la vida.
¡Joven, eres fuerte! Tienes más fuerza de la que imaginas. Cuando mi hijo era pequeño, le encantaba jugar a luchar conmigo. Fácilmente lo dominaba entre mis piernas. Nuestras luchas continuaron hasta el inicio de su adolescencia, cuando se volvía cada día más difícil vencerlo. Finalmente, perdió el interés en ese juego. Hoy ya no luchamos. Menos mal, porque soy consciente de que ya no le ganaría.
De manera similar, algunos dirigentes temen lo que los jóvenes podrían hacerle a la iglesia. Esa no es la opinión de Dios. ¡Él confía en ti! Sabe que tienes un potencial tremendo para los cambios que él desea ver en el mundo. El secreto de esta fortaleza radica en el compromiso con su Palabra.
Dios quiere actuar en la iglesia a través de ti. Por lo tanto, permite que el Señor actúe. Hoy podría ser el día más asombroso de tu vida. Dios sabe que estás en el momento adecuado para enfrentar las batallas de la vida cristiana como vencedor.