14 febrero | Jóvenes

Casamiento

«Porque Jehová es testigo entre ti y la mujer de tu juventud, con la cual has sido desleal, aunque ella era tu compañera y la mujer de tu pacto» (Mal. 2: 14). 

El matrimonio es algo serio. La palabra «acuerdo» o «pacto» aparece en el versículo de hoy para aclarar que el matrimonio no es un simple contrato, sino una alianza. ¿Y qué es eso? En la Biblia, este término se refiere a una relación permanente. Necesitamos comprender que el matrimonio es una relación de alianza entre Dios y la pareja.

La palabra hebrea que traducimos como pacto es berith. La raíz de esta expresión significa literalmente «cortar por la mitad» o «partir en dos». En los tiempos del Antiguo Testamento, cuando dos personas querían hacer un pacto, tenían que hacer un sacrificio de sangre. Los involucrados tomaban un animal y lo dividían por la mitad. Luego, caminaban siete veces de un lado a otro entre las partes del animal. Con este ritual, expresaban: «Si no cumplo mi parte en este pacto, que me suceda lo mismo que a este animal». Hacer una alianza era un asunto muy serio.

En esa época, había una parte de la ceremonia de matrimonio en la que los novios se presentaban ante un sacerdote. Este tomaba una hoja afilada y hacía una pequeña incisión en la mano del novio y la novia. Luego, unía las dos manos para que la sangre de ambos se mezclara. Según Levítico 17: 14, la sangre representa a la vida. Cuando la sangre de la pareja se mezclaba, era como si sus vidas también se mezclaran. Luego, el sacerdote ataba sus manos con una cuerda decorativa. Con esto, se demostraba a los testigos y a Dios que, de ahora en adelante, no eran dos, sino uno solo. «Que lo que Dios unió, no lo separe el hombre».

El matrimonio debe ser legalizado en el cielo antes de consumarse en la tierra. Desde el momento en que Dios hace que dos personas sean una, nadie tiene la autoridad para deshacer ese vínculo.

El matrimonio sirve además como metáfora que representa la relación entre Dios y su pueblo. Dios es fiel y nunca nos abandona. De esa misma manera, esposo y esposa deben permanecer unidos en amor hasta que la muerte los separe.