12 marzo | Jóvenes
«Dalila se lamentó: ¿Cómo dices: “Yo te amo [...] y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza?”» (Jue. 16: 15).
El amor sin compromiso no existe. Es una contradicción en los términos. La idea del llamado «amor libre» es ajena al espíritu de la Biblia. ¿Será que «cualquier forma de amor vale la pena»? No. ¿Debo aceptar a mi amado o amada «con cualquier humor, con cualquier sonrisa»? No. Eso no es amor; es otra cosa. Ten cuidado con la retórica engañosa del mal. Antes de avanzar, pregúntate: ¿Cuál es la respuesta al dilema del amor no correspondido? ¿Cuál es la cura para un corazón que nunca se entrega por completo? Voy a responderte contándote una historia real.
La chica era bonita, pero no tenía escrúpulos. El chico, por otro lado, venía de una buena familia y tenía un futuro brillante por delante. Sin embargo, era terco. Pensaba que la libertad consistía en probar de todo primero y luego juzgar el mérito de esas experiencias. Se consideraba inteligente, de mente abierta y estaba dispuesto a «vivir la vida» aprovechando su juventud, atractivo y fortaleza. Su padre intentó aconsejarlo:
—Mira, hijo, no te involucres con esa chica.
—Papá, no te preocupes; sé lo que estoy haciendo— respondió él.
Sansón no respetó la autoridad de su padre ni se preocupó por las súplicas de su madre (Jue. 14: 3). ¡Era terco! Sin embargo, tenía un punto débil: las lágrimas de las mujeres con las que se relacionaba. La primera lloró y durante siete días le insistió hasta que finalmente cedió. Luego lo traicionó, y todo terminó mal. La perdió, y ella se casó con un amigo suyo, el invitado de honor de la boda. ¡Qué ironía! Sansón se había comprometido con la chica, pero ella no se había comprometido con él. Ese es el problema del amor sin compromiso. Así pues, no te entregues a alguien que nunca se sacrificaría por ti. Y no te dejes llevar por una relación que, desde el principio, sabes que no tiene futuro.
Sansón no aprendió la lección. Repitió el error con Dalila, y ella lo manipuló de la misma manera que la primera. La diferencia es que esta vez no podría escapar. ¡Cuidado! ¡El amor sin compromiso es destructivo! Si el amor que te atrae es solo humo sin fuego, una ilusión sin oasis, una promesa sin fundamento, ¡entonces aléjate con dignidad! Huye. Escucha el consejo de alguien que ha demostrado con creces que te ama desde el momento de tu nacimiento, alguien que daría su vida por ti a pesar de los errores que puedas cometer. Eso es amor de verdad.