24 marzo | Jóvenes
«Porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre» (Mat. 24: 27).
El voltaje promedio de un rayo oscila entre cien millones y un billón de voltios. Se genera una corriente del orden de treinta mil amperios, suficiente para encender alrededor de cincuenta mil lámparas. El rayo más grande registrado cayó en Brasil, recorriendo aproximadamente setecientos diez kilómetros en el cielo del sur del país el 31 de octubre de 2018. Esto es más del doble del récord anterior registrado en Oklahoma (EE.UU.), con trescientos veintiún kilómetros. El rayo de mayor duración ocurrió en Argentina, con diecisiete segundos, el 4 de marzo de 2019.
Como leemos en el texto de hoy, Jesús comparó la visibilidad de su venida con un relámpago. El regreso del Señor será visible de un extremo a otro de este planeta. Como un rayo, rasgará el cielo y revelará la gloria y el poder de Dios.
La segunda venida de Jesús impactará en la vida y la historia de los seres humanos por toda la eternidad. Este glorioso evento será un punto de inflexión en el destino de la humanidad. No será presenciado por unos pocos, sino que «todo ojo lo verá» (Apoc. 1: 7). La segunda venida de Jesús tendrá dimensiones cósmicas. Vendrá en las nubes, con poder y gran gloria. Con miles y miles de ángeles, con gran estruendo de trompetas y cánticos de alabanza. Jesús vendrá a buscar a sus elegidos para vivir por la eternidad con él.
Los rayos pueden iluminar el cielo de un lado al otro mostrando gran poder y energía, retumbar aterradoramente, e incluso causar algunos estragos. Pero sus efectos pasan rápidamente. El regreso de Jesús, sin embargo, será mucho más fuerte que el mayor de los rayos y dejará efectos permanentes. El cielo se enrollará como un pergamino y se abrirá para dar paso a la comitiva más gloriosa del universo. En el centro de ella, el Rey, sentado en su trono, vendrá a rescatar a sus hijos. Como un rayo, energizará este planeta con su justicia, que dará recompensa a los fieles y castigo a los impíos.
¿Estás preparado para este gran acontecimiento? Quieras o no, el mundo tendrá que detenerse y mirar a Aquel que viene en las nubes. En ese gran día, los rayos más poderosos perderán su fuerza en comparación con el poder estruendoso de Jesús. Prepárate para ser iluminado por la gloria del regreso del Señor y proclamar que él es el Dios al que esperabas.