¿Es posible vivir más y mejor?

Capítulo 7 | Sumario de este capítulo

Secretos de la longevidad

El ejercicio físico

El agua

La confianza en Dios

El descanso

El aire puro

La temperancia

Una dieta equilibrada

Permanecer eternamente joven es la fantasía de mucha gente. Los menos favorecidos se contentan con acariciar la idea de encontrar un día la fuente de la eterna juventud. Los místicos sueñan con descubrir el elixir de la vida y los multimillonarios están dispuestos a gastar una fortuna para congelar sus cuerpos (criogenia) después de su muerte con la esperanza de que, en el futuro, la ciencia descubra el secreto de la inmortalidad.

La realidad es diferente y muestra que, de cada cien personas, todas envejecen y mueren más tarde o más temprano. Es una estadística infalible. Vivir para siempre no pasa de ser un sueño. Pero vivir más y con mejor calidad de vida sí es una posibilidad real.

Secretos de la longevidad

Un grupo de científicos y demógrafos dirigidos por Dan Buettner realizó, a lo largo de siete años, un trabajo de investigación para la revista National Geographic. El propósito era desentrañar los secretos de las llamadas «zonas azules», regiones del planeta pobladas por personas que viven muchos años. Dichos investigadores descubrieron que entre las personas más longevas se encuentran los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el sur de California (EE. UU.), donde se realizó parte del estudio.1

¿Cuál es la razón de la longevidad de este grupo? En primer lugar, creen que la Biblia es la Palabra de Dios y siguen sus consejos. El concepto bíblico de la vida va más allá del simple aspecto biológico. Para la ciencia humana, una persona está viva mientras su corazón lata y su pulmón respire; pero para Dios, la vida abarca mucho más que la mera existencia. Desde el punto de vista bíblico, la vida implica todos los ámbitos de la existencia humana. Incluye el bienestar mental, físico y espiritual del ser humano.2

Los griegos creían que el cuerpo era la prisión del espíritu3 y, por lo tanto, el cuerpo debía sufrir para que el espíritu se perfeccionase. Pero la enseñanza bíblica afirma que Dios creó al ser humano como un ser físico, mental-emocional y espiritual, y que solo será feliz en la medida en que estos tres aspectos de la vida se desarrollen armoniosamente.

En la cultura bíblica del Antiguo Testamento, se usa mucho la palabra shalom para referirse a una vida sana y feliz. El significado común de esta palabra es ‘paz’. Pero shalom posee una connotación más profunda que simplemente paz. Significa estar completo, debidamente integrado, tener recursos abundantes para satisfacer las necesidades del cuerpo, del alma y del espíritu.4 En aquellos tiempos, en las tierras bíblicas, desearle a alguien shalom era desearle prosperidad en todos los ámbitos de la vida.

En este capítulo, vamos a concentrarnos en el aspecto físico de la vida. Dios había dado a los seres creados las orientaciones necesarias para que viviesen sanos y felices. En la Biblia leemos: «Les dijo: “Yo soy el Señor vuestro Dios. Si escucháis mi voz y hacéis lo que yo considero justo, y si cumplís mis leyes y mandamientos, no traeré sobre vosotros ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor, que os devuelvo la salud» (Éxodo 15: 26). Lejos de ser una orden es una promesa: «No traeré sobre vosotros ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios». Pero había una condición: «Si escucháis mi voz y hacéis lo que yo considero justo, y si cumplís mis leyes y mandamientos». ¿A qué mandamientos y estatutos se refería Moisés? Evidentemente, a las leyes sobre salud y sanidad que Dios les había entregado.5 El Creador se preocupaba por la salud de aquel pueblo que había liberado de Egipto. El interés divino no se centraba solo en la llegada de los israelitas a la tierra prometida, sino también en su calidad de vida mientras caminasen por el desierto. Por eso les dio instrucciones precisas para la preservación de la salud. La Biblia es en realidad el manual de la vida. Presenta las fuentes naturales de salud y vida para el cuerpo y para el alma:

1. El ejercicio físico. Hasta hace unas décadas, el ejercicio físico era parte de la rutina diaria de las personas, no obstante, hoy se ha convertido en una actividad en sí misma.6 Esto se debe a que el sendentarismo ha llegado a ser parte de la vida de mucha gente. Ya no hay necesidad de caminar largas distancias, ni de bajar o subir escaleras constantemente, ni de trabajar en el campo, ni de lavar la ropa a mano como antes. Las comodidades de la vida contemporánea han creado una generación sedentaria. No es sorprendente que en muchos países haya una epidemia de obesidad. Pero el ser humano fue creado para el movimiento. Al establecer la necesidad de cuidar el jardín del Edén,7 Dios estaba proveyendo al ser humano de actividades físicas necesarias para la conservación de una buena salud.

El ejercicio físico es beneficioso por muchas razones. Vamos a mencionar solo algunas de ellas:

• Ayuda a tonificar los músculos, lo que permite quemar la grasa que causa la obesidad.8

• Proporciona energía. Para comprobarlo, camina una hora diaria, toma una ducha fría y observa la diferencia.9

• Disminuye el estrés porque, al hacer ejercicio, el cerebro genera nuevas hormonas llamadas betaendorfinas que te hacen sentir mejor.10

• Aleja la depresión. La próxima vez que te sientas deprimido, haz ejercicio y verás los resultados.11

• Reduce el riesgo de osteoporosis. ¿Te has preguntado por qué las personas de edad avanzada pierden centímetros de estatura? Una de las razones es la pérdida de masa ósea. La osteoporosis hace que la persona se vuelva más vulnerable a las fracturas. Cuanto más ejercicio hagas durante la juventud, más disminuirás el riesgo de esta enfermedad en la vejez.12

• Ayuda a dormir mejor. Es lógico que si se reduce el nivel de estrés se disfrute de un sueño reparador.13

• Practicado de forma regular y frecuente estimula el sistema inmunológico ayudando a prevenir las llamadas enfermedades de la civilización, como la coronaria y la cardiovascular.14

• Hace que el cuerpo use el oxígeno y los nutrientes con mayor eficiencia, y el resultado es un sistema inmunológico más saludable.15

No puede haber vida saludable sin ejercicio físico regular. Por lo tanto, dedica en tu agenda de actividades una hora especial para practicar ejercicio. No importa el tipo de actividad física que escojas. Lo importante es hacer algo que te guste y se ajuste a tu estilo de vida. Si no puedes ir al gimnasio, haz una caminata; juega al tenis, al baloncesto, al fútbol, corre… o lo que tú prefieras. Pero es importante que consultes a tu médico y desarrolles una rutina de ejercicio que te acompañe toda la vida.

2. El agua. La segunda fuente natural de vida y de salud es el agua. El agua forma parte del mundo en que vivimos. Es el componente más importante de todos los seres vivos. En el caso del ser humano, constituye cerca de las dos terceras partes de su peso, y el organismo posee una serie de mecanismos que le permiten mantener el equilibrio de la cantidad de agua que necesita.16 Cuando estos mecanismos fallan, se producen alteraciones en el cuerpo y pueden ocurrir trastornos graves, capaces de poner en peligro la vida del individuo. El agua es un componente indispensable de los tejidos, esencial para los procesos fisiológicos de la digestión, la absorción y la eliminación de desechos no digeribles, así como para la estructura y función del aparato circulatorio. Actúa como medio de transporte de nutrientes y tiene acción directa sobre el mantenimiento de la temperatura corporal.17 Una pérdida de tan solo un 10% del agua corporal originaría alteraciones graves, y la pérdida de un 20% puede causar la muerte. Es posible sobrevivir varias semanas sin alimento, pero no sin agua.

¿EN QUÉ TE AYUDA BEBER AGUA?

• Ayuda en el control del peso corporal junto con una dieta adecuada.

• Es necesaria para el correcto funcionamiento del proceso digestivo y para la correcta eliminación de los productos de desecho.

• Actúa como lubricante de ojos, articulaciones, mucosas del tracto digestivo y reproductivo.

• Regula la temperatura corporal.

• Ayuda a mantener un cutis sano y la piel en general, conservándolos tersos y en buen estado.

• El riñón necesita agua en abundancia para diluir el calcio de la orina, evitando que se cristalice y forme cálculos renales.

• Es indispensable para un correcto funcionamiento del cerebro, ya que el 90% del volumen del cerebro está compuesto por agua.

• Si estás estresado, beber agua te ayudará a relajarte.

En el cuerpo no existe un «depósito» de agua; por lo tanto, las cantidades que se pierden cada veinticuatro horas deben restituirse para conservar la salud y la eficiencia. Si deseas conservar una buena salud es necesario que bebas por lo menos de ocho a nueve vasos de agua al día. Sin agua no hay vida. Esta es una fuente de salud simple, barata y a disposición de cualquier persona.

3. La confianza en Dios. El sistema nervioso autónomo regula las funciones involuntarias del organismo. A su vez, el sistema nervioso somático controla los impulsos voluntarios. Ambos sistemas se coordinan entre sí, pero el primero activa la capacidad de sentirse bien. Esta activación es inconsciente. La voluntad consciente no influye, pero el estado emocional es determinante.

El estrés es un estado de presión emocional que afecta a la sensación de bienestar físico del cuerpo. La palabra «enfermedad» significa ‘malestar’, y «malestar» significa ‘desazón, incomodidad indefinible’. En un comienzo no es algo físico, es simplemente emocional y mental, pero acaba volviéndose físico.

Para estar bien físicamente, primero es necesario estar bien emocional y mentalmente; pero después de la entrada del pecado, las emociones humanas fueron deformadas y surgió una emoción desconocida hasta entonces llamada miedo. «Tuve miedo […]. Por eso me escondí» (Génesis 3: 10), dijo Adán, oculto entre los árboles del jardín. A partir de aquel día, la sensación de temor se volvió casi instintiva y se extendió entre los seres humanos. El miedo esclaviza, cierra caminos e impide vislumbrar cualquier horizonte. Cuando el miedo está presente, el cuerpo sufre una serie de trastornos: el corazón late a mayor velocidad para enviar sangre a las extremidades y al cerebro, las pupilas se dilatan y se producen tres hormonas (adrenalina, noradrenalina y corticoides, también llamados hormonas del miedo). Los corticoides impiden que se produzca la conexión entre las neuronas, lo cual, consecuentemente, anula la creatividad. Por tanto, es biológicamente imposible que una persona con miedo sea capaz de desarrollar todo su potencial.

PARA UN ADULTO CON BUENA SALUD, PRACTICAR BUENOS HÁBITOS DE HIGIENE DEL SUEÑO INCLUYE

• Dormir de siete a ocho horas (el descanso debe ser continuo, sin interrupciones, para considerar que se ha tenido un sueño de calidad).

• Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse.

• Tomar una cena ligera, baja en sal, al menos dos horas antes de acostarse.

• No beber líquidos en exceso por la noche a fin de evitar tener que ir al baño.

• El dormitorio debe estar bien ventilado y con una temperatura fresca.

• Mantener oscuridad total, en la medida de lo posible.

• Utilizar ropa de cama y pijama ligeros, de fibras naturales o algodón.

Con las emociones deterioradas es imposible mantenerse en perfecto estado de salud física. Para estar en buenas condiciones físicas es necesario encontrarse bien mental y emocionalmente. La ciencia lo ha confirmado, y tal vez ese sea el motivo por el que nunca se habló ni se escribió tanto sobre el poder mental y el equilibrio de las emociones como en nuestros días. Sin embargo, hablar del poder mental sin mencionar a Dios es algo impersonal. La Biblia habla de confianza en Dios y esto sí es algo personal.

La confianza en Dios no es un simple asentimiento o creencia en una teoría abstracta. La fe cristiana es un don divino aceptado y vivido por el cristiano; es una forma de vida superior, no se puede medir, ni llevar como un simple adorno. Hay que vivirla en el corazón; si lo haces, es como el átomo: lleva dentro de sí una energía prodigiosa. La fe hace maravillas.

El cristianismo no es una invitación al conformismo ni a la mediocridad; no es el simple hecho de repetirse a sí mismo que uno está bien; es confianza en alguien que está muy por encima de la insignificancia humana, pero que se interesa y se preocupa por las dificultades que cualquier persona enfrenta. Es Dios diciéndote: «Calma hijo, yo estoy aquí, a tu lado, no tienes por qué desesperarte».

4. El descanso. El descanso es un estado en el que la actividad mental y física se reducen. Lleva a la persona a sentirse revitalizada, rejuvenecida y preparada para continuar con sus actividades cotidianas. Es esencial para la salud y básico para la calidad de vida. Sin descanso disminuye la capacidad de concentración, de ejercer criterio y de participar en las actividades cotidianas.

Se puede hablar de dos tipos de descanso. Primero, el descanso diario. Desde el Edén, Dios estableció un ciclo de noche y día. Es de suponer que si el sol alumbra, el día fue hecho para trabajar y que si la noche es dominada por las sombras, fue establecida para descansar. Pero, ¿qué sucede con mucha gente? Vive de noche, frente a la televisión, delante del ordenador o con los amigos y durante el día, mientras el sol brilla esplendoroso, duerme. Se invierte el orden de las cosas establecidas por Dios y esto acarrea problemas, porque el descanso diurno no equivale al nocturno.

El sueño cumple funciones renovadoras para el cuerpo. Sin embargo, hay personas para las que la hora de dormir está lejos de ser una experiencia placentera y renovadora porque se convierte en una lucha cotidiana contra el insomnio. Millones de personas no disfrutan de un día pleno y productivo porque no pudieron dormir durante la noche.

Al llegar el momento de dormir, dan vueltas en la cama en busca del sueño. El problema es que, cuanto más se esfuerzan en dormir, más se preocupan por su incapacidad de hacerlo y más difícil les resulta conciliar el sueño.

Para alguien que no padece insomnio, el ritual previo a ir a la cama, como lavarse los dientes, quitar la colcha y apagar la luz, es un mensaje al cerebro para que se relaje y se ponga somnoliento. En quienes tienen problemas de sueño, son más bien una señal que le dice al cerebro que se prepare para una larga y frustrante batalla. Si sufres de insomnio varios días, es necesario buscar ayuda médica.

Además del descanso diario es necesario el reposo semanal. Y aquí no puedo dejar de hablar del sábado. Dios dijo: «Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo» (Éxodo 20: 8-11). La observancia del sábado como día de reposo no es una obligación. «El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado» (Marcos 2: 27), dijo Jesús. En la mente de Dios el hombre no tendría que estar al servicio del sábado, sino el sábado al servicio del hombre. ¿De qué modo? Cuando el ser humano cesa sus actividades el sábado para meditar en el amor de Dios y alabarlo, dicha adoración beneficia principalmente al ser humano. Sus energías son renovadas, su fuerza es restaurada, encuentra descanso para el alma en Cristo, se olvida de los problemas de la semana y recarga sus baterías para resolver los problemas en la nueva semana.

Dios desea que sus hijos sean felices. Pero las criaturas nunca serán felices olvidándose del Creador y aislándose. Por eso les pide que paren y se vuelvan a él, desea que el sábado no sea solo un día de descanso, sino de comunión con él. El reposo saludable no consiste únicamente en horas de ocio ni en meditación vacía. El verdadero descanso solo se consigue al lado de Jesús. Él dijo: «Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso. Cargad con mi yugo y aprended de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestra alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana» (Mateo 11: 28-30).

LA IMPORTANCIA DE LA RESPIRACIÓN

• La buena respiración calma los nervios, estimula el apetito, mejora la digestión y produce un sueño sano y reparador.

• Al respirar correctamente proporcionamos una buena oxigenación al cerebro y al organismo en general, lo que permite desintoxicar nuestro cuerpo en cada respiración.

• Nuestra respiración revela nuestro estado de ánimo.

• La mayoría de los adultos no utilizan la capacidad pulmonar a su máxima capacidad.

Hay algunos aspectos de este texto bíblico que necesitamos destacar. La expresión «Venid a mí» es una invitación. La más extraordinaria y dulce invitación que alguien puede recibir. Si deseas probar el descanso que solo Jesús puede dar, tienes que ir a él. Mientras busques reposo lejos de Jesús, tus esfuerzos acabarán en nada. Desgraciadamente, vivimos días en los que la humanidad busca reposo y renovación de la energía en la meditación trascendental, en las diversiones o, simplemente, en el hecho de no hacer nada. Pero el texto es claro: solo Jesús puede ofrecer el verdadero reposo.

«Venid a mí todos vosotros que están cansados y agobiados» es la invitación de Jesús. ¿Cansados de qué? ¿Agobiados por qué? Por la ansiedad, el estrés y las preocupaciones; cansados de buscar y buscar sin alcanzar nunca el objetivo.

La promesa de Jesús es que, si vas a él llevándole tu cansancio y tus cargas, te dará descanso para el alma, no solo para el cuerpo. El verdadero cansancio, que destruye y mata, no es el físico; el cansancio que acaba con las ganas de vivir, que te lleva a la desesperación, que te enloquece y te hunde en la depresión es el cansancio del alma. Y Jesús te ofrece ese tipo de descanso.

5. El aire puro. El segundo día de la Creación, al separar el firmamento de las aguas, Dios creó la atmósfera para que los seres creados pudiesen respirar. Los animales, así como el hombre, no pueden vivir sin oxígeno. Se ha demostrado que el origen de muchas enfermedades en nuestros días es la falta de oxígeno. Su importancia en la composición del aire es tan vital que el mero hecho de respirar aire viciado o empobrecido de oxígeno causa problemas al organismo humano. Por el contrario, un aire puro, rico en oxígeno, es fuente de salud y bienestar, aumenta la capacidad mental y hace que te sientas activo y alegre. La calidad del aire que respiramos afecta nuestra manera de ser, el modo de sentir y el rendimiento físico. El aire cargado a causa de la contaminación, de las sequías, del tiempo precedente a una tormenta, del aire acondicionado, de la calefacción central, de la estufa, de la falta de ventilación y de los ambientes cargados de humo origina depresión, malestar, angustia, cansancio, jaquecas y un alto porcentaje de problemas en las vías respiratorias. Esto es debido al desequilibrio producido en los iones del aire. Los iones positivos, es decir, los nocivos, son mucho más numerosos que los iones negativos, beneficiosos y saludables.18

6. La temperancia. Consiste en la abstinencia de todo lo malo y el uso moderado de lo bueno. Existen cosas que, definitivamente, no son buenas, como el alcohol, el tabaco o las drogas. El principio de la temperancia nos aconseja evitarlas por completo. El perjuicio ocasionado por el uso de lo malo es incalculable. Las estadísticas dicen, por ejemplo, que el consumo de alcohol causa un promedio de 3,3 millones de muertes al año. De todos los decesos del mundo, 5,9% se deben al alcohol. Entre esos fallecidos se encuentran las víctimas de accidentes provocados por los efectos de la embriaguez y las enfermedades causadas por el uso del alcohol.19

La Biblia es categórica al afirmar que el ser humano debe cuidar su cuerpo y no destruirlo usando bebidas alcohólicas. «No os emborrachéis con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sed llenos del Espíritu» (Efesios 5: 18). No es necesario hacer mucho esfuerzo para recordar familias o personas destruidas por el vicio del alcohol.

Hay mucha gente que dice: «Yo solo soy un bebedor social». Pero no existe el bebedor social, sino personas que están trillando el comienzo de un camino doloroso que acabará en el vicio. El alcohol es adictivo, pero ninguna adicción llega de la noche a la mañana. Es un proceso. Y mientras dura ese proceso, la persona cree que tiene control sobre la situación.

El sabio Salomón escribió un día: «El vino lleva a la insolencia,
y la bebida embriagante al escándalo;
¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!» (Proverbios 20: 1). La sabiduría es la capacidad de administrar la vida para alcanzar la felicidad. Pero Salomón afirma que el que consume bebidas alcohólicas no es sabio. La persona cree que está buscando la felicidad y, sin embargo, se dirige a la desgracia.

El término «temperancia» prácticamente ha caído en desuso. Muchos lo relacionan únicamente con el alcohol, el tabaco y las drogas. Pero temperancia conlleva el uso moderado de las cosas buenas. Hay gente que jamás bebe, fuma o usa drogas, pero solo ingiere dos vasos de agua al día o come sin medida. Sin percibirlo, está siendo tan intemperante como quienes hacen uso de lo que es perjudicial para la salud. La palabra clave es equilibrio, que es un don divino que aparece en la vida cuando se vive en comunión con Dios.

7. Una dieta equilibrada. Una dieta equilibrada es aquella que, a través de los alimentos, aporta nutrientes en las proporciones que el organismo necesita para su buen funcionamiento. Actualmente, los nutricionistas confirman lo que la Biblia ha presentado como una dieta saludable: «También les dijo: “Yo os doy de la tierra
todas las plantas que producen semilla
y todos los árboles que dan fruto con semilla;
todo esto os servirá de alimento”» (Génesis 1: 29).

Evidentemente, la dieta del Edén era una dieta ideal para un cuerpo perfecto. En el plan original de Dios, el ser humano jamás comería carne. Pero, desafortunadamente, el pecado entró y muchos planes originales de Dios tuvieron que ser cambiados por las propias circunstancias que rodeaban a la humanidad caída. Pero es evidente que la mejor dieta es la del Edén porque aporta los nutrientes necesarios para la salud, aumenta el bienestar y la vitalidad, y protege de enfermedades.

Tal vez la mejor prueba de lo que escribo sea la longevidad excepcional de los primeros patriarcas. Adán vivió 930 años. Su nieto, Matusalén, llegó a los 969. Aquella generación echaba mano de los recursos naturales que fueron mencionados en este capítulo y llevaban una dieta saludable.

Está comprobado que si la dieta es variada, completa y equilibrada, la alimentación basada en frutas, verduras y cereales no solo es deliciosa, sino que aporta las vitaminas, los minerales y los nutrientes que el cuerpo necesita.

PARA DISFRUTAR DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

• Desayuna bien todos los días, ya que es la comida más importante del día.

• Come a horarios fijos (y respétalos) en un ambiente amable y cordial (Eclesiastés 10: 17). No comas viendo la televisión.

• Evita la comida basura (chatarra) y la cafeína. No comas entre horas.

• Evita consumir azúcar refinada y todos los productos que la contengan, pues es un ladrón de vitaminas (en especial los refrescos).

• Consume un porcentaje mayor de alimentos crudos e integrales (ricos en fibra) y evita los productos refinados, enlatados, azucarados y fritos.

• Sigue una dieta basada en verduras, leguminosas y semillas oleaginosas (frutos secos).

• No comas en exceso, sino «hara hatchi bu», frase japonesa que significa que hay que dejar de comer cuando estés lleno en un 80%.

• Utiliza platos pequeños.

• Un régimen alimentario conveniente evitará un mayor deterioro de la salud y, según sea la capacidad de cada quien, muchos se recuperarán del todo.

Cada día más estudios médicos prueban que, cuanto menos alimentos de origen animal se ingieran, mejor será la salud física y mental; y cuanto más vegetales se consuman, menor será la incidencia de enfermedades coronarias como arteriosclerosis, infartos, hipertensión arterial, además de obesidad, diabetes, gota y cáncer.20

Estos siete remedios naturales son simples y cuestan poco, pero sus dividendos son extraordinarios. En ellos radica el secreto de una vida larga, feliz y con significado.

NOTAS

1. Dan Buettner, «Los secretos de la longevidad», National Geographic, Num. 74, 1 de noviembre de 2005, https://bit.ly/1P06GIx. Consultado el 28 de marzo de 2016.

2. Lucas 10: 40.

3. Platón, Fedón, 62b, 64c, 65c, 66b-66e, 67d y Crátilo, 400c.

4. W. A. Elwell y B. J. Beitzel, en Baker Encyclopedia of the Bible, Grand Rapids: Baker Book House, 1988, pág. 1634.

5. Levítico 11-15.

6. https://n.pr/2XoltF6. Consultado el 2 agosto de 2012.

7. Génesis 2: 15.

8. J. D. Pamplona Roger, Cuerpo saludable, Madrid: Safeliz, 2014, pág. 19.

9. Ibíd., pág. 18.

10. J. Melgosa, Disfruta la vida, Madrid: Safeliz, 2012, pág. 214.

11. Ibíd., págs. 124, 214-215.

12. Borer KT, «Physical activity in the prevention and amelioration of osteoporosis in women: interaction of mechanical, hormonal and dietary factors». Sports Med. 2005; 35(9): 779-830. Review. PMID: 16138787

13. S. Márquez, «Beneficios Psicológicos de la Actividad Física», Psicología general y aplicada, 48 (1): 185-206 (1995). Existe mucha literatura acerca de los beneficios de la práctica de la actividad física vigorosa tales como por ejemplo: mejora la autoconfianza, sensación de bienestar, satisfacción sexual, disminución de la ansiedad, disminución de la depresión o la mejora del funcionamiento intelectual.

14. Melgosa, págs. 136-139.

15. Pamplona, págs. 18-19.

16. Ibidem.

17. «Food and Nutrition Board, National Academy of Sciences. Recommended Dietary Allowances revised 1945». National Research Council, Reprint and Circular Series, 122: 3-18, (1945).

18. «Atmospheric oxygen over Phanerozoic time», Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA, 96 (20): 10955-10957 (1999).

19. World Health Organization, Global Status Report on Alcohol and Health 2014, en línea https://bit.ly/1gv6Cwt. Consultado el 29 de marzo de 2016.

20. Organización Mundial de la Salud, El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer evalúa el consumo de la carne roja y de la carne procesada, https://bit.ly/1R9cMFe. Consultado el 29 de marzo de 2016.