Mujeres menos conocidas de la Biblia
Huida
(Del hebreo ‘comadreja', ‘topo’ o ‘ratón').
Fue la esposa de Salum y la profetisa que vivió en Israel y respondió al rey Josías respecto al libro de la ley encontrado durante la renovación del Templo de Salomón (2 Reyes 22: 13-20; 2 Crónicas 34: 22-28). Es una de las profetisas mencionadas en el Antiguo Testamento (junto con Sara, Débora, María, Ana, Abigail y Ester). En respuesta a la inquietud del rey Josías por la desobediencia del pueblo, Hulda profetizó la destrucción completa de Jerusalén, pero afirmó que no ocurriría mientras él viviese debido a su tierno corazón y arrepentimiento. El efecto de su respuesta fue un gran reavivamiento. Un dato curioso es que dos pórticos del Templo (los pórticos de Hulda) en la Explanada de las Mezquitas, actualmente cerrados, pueden haber sido llamados así en su honor.
Esta historia sugiere que, algunas veces, las mujeres son llamadas por Dios para ser sus mensajeras y para recibir el encargo de decir verdades difíciles. Al hacerlo, se convierten en parte de cualquier reavivamiento que se pueda producir, ejerciendo una influencia sagrada y benefactora. Las mujeres no deben temer a este tipo de llamamiento o preocuparse por la respuesta que recibirán. Al igual que Hulda, son llamadas simplemente a decir la verdad; la respuesta es responsabilidad de Dios.