Mujeres menos conocidas de la Biblia
Juana
(Significa ‘gracia’ o ‘regalo de Dios').
Fue una mujer sanada por Jesús, esposa de Chuza, intendente de Herodes que ayudó a mantener el ministerio de Jesús utilizando sus propios recursos (Lucas 8: 3). Estuvo entre las mujeres que fueron a visitar la tumba de Jesús y, encontrándola vacía, compartió la increíble noticia con los discípulos junto a María Magdalena y María, la madre de Santiago. Ella también puede haber estado «con las mujeres» en el aposento alto después de la ascensión de Jesús (Hechos 1: 14). Literalmente fue testigo de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús.
Como Juana, las mujeres son llamadas a servir como «testigos» de la vida de Jesús, como seguidoras de sus enseñanzas, apoyando su ministerio, independientemente de lo que sus esposos sean llamados a hacer. Esto significa que Dios llama a las mujeres a permitir que sus heridas sean curadas, a procurar entender la vida de Jesús mejor cada día y a encontrar formas de construir y apoyar los ministerios que llevarán el evangelio a otros.