Principios hermenéuticos básicos
Hay varios términos y pasajes bíblicos que son interpretados por algunas personas para arrojar dudas sobre la divinidad de Jesucristo. Sin embargo, estos textos, si se entienden correctamente, pueden ampliar nuestra comprensión de la singularidad de Cristo y del papel que desempeña para nosotros.
¿Cómo estudiar los términos problemáticos e interpretar los pasajes bíblicos difíciles relativos a la divinidad de Jesús? Establezcamos primero algunos principios hermenéuticos —es decir, interpretativos— básicos. Al encontrarnos con textos difíciles, apliquemos las siguientes reglas:
- Ora para que el Espíritu Santo te ayude a dejar de lado tus ideas preconcebidas y a estar abierto al liderazgo de Dios para comprender e interpretar correctamente el texto bíblico. Este es el primer prerrequisito y tarea para conocer el significado del texto.
- Admita sus limitaciones y esté dispuesto a dejar que la revelación bíblica tenga la primera y la última palabra en su interpretación.
- Recuerda que los textos claros deben interpretar los oscuros o difíciles, y no al revés.
- Descubre el trasfondo histórico del texto. Haz preguntas sobre quién lo escribió, cuándo, dónde y para quién.
- Estudiar detenidamente cada palabra y frase en su contexto particular (inmediato o más amplio), que debe decidir el sentido del texto.
- Discernir la finalidad del texto bíblico. Su orientación debe establecerse a partir de las intenciones reales de las preguntas «qué» y «por qué» intenta responder el texto, y de lo que el autor quiere transmitir.
- Distinguir entre varios géneros literarios. Preguntar si el pasaje estudiado describe historia, profecía, canción, poesía, parábola, genealogía, narración, biografía, etc. e interpretarlos según sus reglas de interpretación.
- Pon en común todo lo relacionado con el tema. No sea selectivo y deje de lado algunos textos. Sé coherente.
- Mantén la unidad del mensaje bíblico. La mente divina está detrás de la transmisión del texto, por lo que en última instancia debe conducir a la armonía entre ellos sin excluir las tensiones saludables.
- El sentido original del texto debe tener preferencia frente a las traducciones y categorías de explicación modernas.
- Comprende el texto o la cuestión en el contexto más amplio de la metanarrativa de la revelación bíblica de la gran controversia entre el bien y el mal, la verdad y la mentira, Cristo y Satanás.
- Piensa si lo que has descubierto se ajusta realmente a la imagen bíblica de un Dios amoroso, bondadoso y justo y a la enseñanza teológica general de las Sagradas Escrituras.
Recuerda que nada valioso se crea en un instante. Hay que cavar constantemente en busca de las joyas de la palabra de Dios y se necesita tiempo y un esfuerzo diligente para encontrarlas. Hay que dedicar tiempo —y, por lo general, largos y dedicados periodos de tiempo— para discernir las pepitas de oro de la verdad (Dan. 9: 2). Antes de decirle a la gente lo que el texto significa para nosotros hoy, hay que saber lo que los textos significaban para el público original.