La tipología se basa en el hecho de que, a lo largo de la historia de la salvación, la obra de Dios sigue un patrón bien definido. Dios prefiguró su obra redentora en el AT y la cumplió en el NT. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo es posible encontrar parábolas y alegorías. Cuando enseñaba, Jesús solía usar parábolas. El término griego παραβολή [parabolē] se da casi cincuenta veces en los Evangelios sinópticos, lo que indica que las parábolas eran uno de los métodos didácticos predilectos de Jesús. La diferencia entre parábola y alegoría estriba en que la parábola y su interpretación se suceden sin solución de continuidad (Mat. 13: 1-9, 18-23), mientras que en una alegoría el relato y el significado se entrelazan (Efe. 6). Además, las parábolas, por lo general, se centran en una única comparación, a la vez que las alegorías pueden tener varios puntos de comparación.
Los tipos (o símbolos), las parábolas y las alegorías de las Escrituras nos presentan tanto una oportunidad intrigante de adentrarnos en un pensamiento teológico imaginativo como, a la vez, de introducir la amenaza de interpretaciones diversas que pueden contradecir hasta las verdades más fundamentales de las Escrituras. Potenciar lo primero, sin caer en la trampa de lo segundo, es el objetivo de este capítulo.
Antes de proseguir, es importante que definamos los términos tal como se usan en un contexto bíblico.
Tipo: Un acontecimiento, una persona o una institución históricos del AT que sirva de modelo o patrón profético para un cumplimiento aumentado o intensificado en un homólogo histórico del AT o del NT (a menudo denominado antitipo).1
Alegoría: El uso de un relato a modo de metáfora de gran extensión para referirse a una verdad espiritual que está más allá del significado literal del texto. El significado de la metáfora se encuentra en el método interpretativo. El centro de atención reside en el método del intérprete, no en el relato en sí. A diferencia de las parábolas, en las que la aplicación sigue habitualmente al relato, las alegorías entremezclan el relato y su aplicación.
Parábola: Un relato breve que enseña una lección por medio de comparaciones. Normalmente se toma del contexto de la vida cotidiana, que hace de símil o alegoría comparando o reuniendo la realidad divina y nuestra vida cotidiana. A menudo aborda realidades espirituales como el reino de Dios («El reino de los cielos es semejante a…»). Mediante notables giros inesperados en la trama o llamativas presentaciones de la experiencia humana, el relato reta al oyente a tomar una decisión y acometer un cambio.
Estas definiciones dan un contenido lleno de significado a cada uno de los términos. Sin embargo, para entender mejor cada término y sus límites resulta útil llevar a cabo dos tareas más. Una es explicar el uso del término en un contexto bíblico. La otra es demostrar los parecidos y contrastes que tienen estos términos entre sí. En el proceso de llevar a cabo estas dos tareas, es importante formular reglas claras y útiles para interpretar cada uno de estos instrumentos literarios.