La palabra Armagedón aparece solo una vez en la Biblia en Apocalipsis 16: 16. La interpretación más común del término es que señala a la montaña de Meguido, en referencia a un antiguo campo de batalla donde el pueblo de Dios siempre obtenía la victoria. También se le llama valle de Josafat (Joel 3: 9-16). Allí ocurrieron por lo menos tres batallas muy conocidas en la Biblia: la victoria de Judá durante el reinado de Josafat frente a una triple alianza (2 Crónicas 20); la victoria de Débora y Barac (Jueces 4); la victoria de Gedeón frente al ejército madianita (Jueces 7).
En la Biblia existe una clave muy importante para entender a qué se refi ere la batalla del Armagedón, a saber, la referencia al secamiento del río Éufrates en el marco de las siete postreras plagas. Juan está comparando la caída de Babilonia del tiempo del fi n con la caída literal de la antigua Babilonia, considerada impenetrable para los ejércitos enemigos, así como símbolo de seguridad y estabilidad. Nabonido, rey de Babilonia, precipitó el colapso del país. Había trasladado la sede de su gobierno a Tema, en Arabia. Allí se dedicó a adorar a Sin, diosa de la luna, en vez de Marduk, el dios principal de Babilonia. En su lugar, su hijo Belsasar permaneció en Babilonia. Durante un enfrentamiento con Ciro, general medopersa, en Opis (a 185 kilómetros al norte de Babilonia) su propio pueblo se le rebeló. Finalmente, el 10 de octubre de 539 a. C. se rindió en Sipar (a 80 kilómetros al norte de Babilonia) sin haber combatido y huyó hacia el sur, a Borsipa (C. Mervin Maxwell, El porvenir del mundo revelado [México: Asociación Publicadora Interamericana. 1990], págs. 75-77). Entonces, en un momento de sumo peligro y con el ejército medopersa a las puertas de la ciudad amenazando la caída de la nación, ¡a Belsasar se le ocurrió celebrar una fi esta desenfrenada!
El 12 de octubre de 539 a. C. el ejército medopersa entró a la ciudad desviando el cauce del río que cruzaba la muralla, es decir, ocurrió el secamiento del Éufrates. Eso dio lugar a que Ciro entrara triunfante a Babilonia y pusiera fin a su hegemonía. Esa noche Belsasar y sus súbditos estaban ebrios y no presentaron gran oposición para los rivales. Asimismo, Ciro fue el libertador del pueblo de Israel. La Biblia lo llama Mesías (Isaías 45: 1-3).
La batalla del Armagedón es el último intento de las fuerzas del mal por establecerse como gobernantes de la tierra al pretender exterminar al pueblo de Dios. Las siete últimas plagas contribuirán para debilitar a la coalición formada por tres poderes demoniacos con todos los reyes de este mundo (Apocalipsis 16: 13-14). Al fi nal, ellos le retirarán su apoyo y la Babilonia espiritual colapsará (16: 19). Estos poderes fracasarán porque «pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá» (17: 14).