La piedra Rosetta

Podría decirse que la piedra de Rosetta es el hallazgo arqueológico más famoso para el estudio de la egiptología. Los soldados del ejército de Napoleón la descubrieron en 1799 cerca de el-Rashid (Rosetta), Egipto, en las ruinas de una muralla de defensa de la fuerte de Saint Julien. Sin embargo, la procedencia de la estela sigue siendo una incógnita, ya que la ciudad de Rosetta no existía en el momento que la piedra fue inscrita. Tras la derrota de Napoleón en Egipto, la piedra pasó a ser propiedad de Gran Bretaña y ahora se exhibe en el Museo Británico.

Es una estela de granodiorita con forma de lápida, a la que le falta la mayor parte de su porción superior, en la que habría estado la imagen de un rey que ofrece una ofrenda a un dios. Mide 112,3 cm de alto, 75,7 cm de ancho, tiene un grosor de 28,4 cm y pesa aproximadamente 760 kg. En la parte frontal de la estela está inscrito un decreto sacerdotal emitido en la antigua Menfis, que afirma el culto real de Ptolomeo V Epífanes (210-180 a. C.) que tenía trece años en el primer aniversario de su coronación en 196 a. C. El texto está redactado en tres escrituras (de arriba abajo): jeroglíficos egipcios, como la mayoría de los documentos sacerdotales (catorce líneas), demótico, un estilo de escritura cursiva usada para las correspondencias diarias (treinta y dos líneas) y griego antiguo, el idioma oficial ptolemaico (cincuenta y cuatro líneas).

Si bien la inscripción en sí no tiene ninguna relación con la Biblia, fue clave para entender los jeroglíficos egipcios, abriendo la puerta al mundo de la literatura y la historia egipcia. El polímata Thomas Young tradujo su sección demótica en 1814 y el filólogo francés Jean-François Champollion descifró sus jeroglíficos en 1822, sentando así los cimientos para la lectura y la comprensión de inscripciones jeroglíficas de templos, tumbas, estelas, ataúdes, joyas, óstracos y papiros, incluidos muchos artefactos que arrojan luz sobre el mundo bíblico y corroboran la historia bíblica, tal como la estela de Merneptah (estela de Israel) que menciona el nombre de «Israel» ya en el año 1208 a. C.

La piedra de Rosetta con su inscripción trilingüe (griego y dos formas de escritura egipcia antigua) fue la clave para descifrar los jeroglíficos egipcios.

– Parkinson, The Rosetta Stone.