¿Permite Proverbios 31 tomar bebidas alcohólicas?

Gerald A. Klingbeil

6 Dad la sidra al desfallecido y el vino al de ánimo amargado: 7 que beban, que se olviden de su necesidad y no se acuerden más de su miseria”. Proverbios 31:6, 7.

Proverbios 31:6 y 7 ha dejado por largo tiempo perplejos a los lectores del AT, ya que no solo parece condonar el uso de la sidra y el vino sino también promoverlo activamente.1 Una lectura superficial del pasaje puede dejar la impresión de que bajo ciertas circunstancias es permisible ahogar las penas en el alcohol.

Consejo de madre – La mayoría de los estudiosos divide Proverbios 31 en dos secciones: 31:1-9, que contiene el sabio consejo de la madre del rey Lemuel a su regio hijo, y 31:10-31, que incluye el himno a la mujer noble organizado como un poema acróstico alfabético, en el que cada verso comienza con una letra distinta del alfabeto hebreo. El capítulo se centra, como también lo hace el libro como un todo, en las decisiones prácticas de la vida, presentadas en un formato didáctico de instrucción.

La primera prohibición para el rey en 31:3 declara que no ha de concentrar su energía en las mujeres, concepto fácil de entender para los antiguos israelitas que oyeran este pasaje, especialmente en vista de la práctica usual de adquirir y mantener un harén real de esposas y concubinas. Después de todo, el propósito de la realeza no es servirse a sí mismo (manteniendo un gran harén) sino servir al pueblo.

Prohibición contra el vino y la sidra – Ni el vino ni la sidra son aconsejables para los reyes y gobernantes porque estas bebidas entorpecerían el recuerdo de la ley, y por tanto su capacidad de establecer y ejecutar justicia (31:5). La perversión de la justicia es un tópico de primordial importancia en la teología del AT. Los profetas reprenden con fuertes términos la justicia pervertida o faltante (Isa. 1:17, 23; 5:7; Amós 5:7, 12; etc.), especialmente en el caso de los reyes, quienes son los encargados de administrar justicia (2 Sam. 8:15). Por tanto, cualquier cosa que pueda hacerlo pervertir la justicia debe ser evitada como la plaga, en especial cuando esa acción pueda afectar al pobre, como lo sugiere Proverbios 31:5. Este énfasis en quienes están en puestos de autoridad para administrar justicia parece ser central en esta primera sección de Proverbios 31.

Excepción – En 31:6 el tono cambia súbitamente de prohibir el vino y la sidra (31:3, 4) a mandar lo opuesto: “Dad la sidra al desfallecido…” (31:6). El contraste es bien evidente:

A. Nada de vino ( [[yāyīn]), 31:4a

B. Ni sidra ( [šēkār) para reyes o dirigentes (31:4b)

X. Pues llevaría a la injusticia para el necesitado (31:5)

B’ Dad la sidra (šēkār) (31:6a)

A’ Y el vino (yāyīn) al desfallecido y amargado (31:6b)

Este tipo de recurso literario es típico en el hebreo bíblico y es llamado quiasmo, que básicamente significa una estructura con inversión en la cual el centro es considerado lo de mayor importancia.

El pasaje bajo estudio se refiere a los que “desfallecen” y cuya vida es “amarga”. Ambos términos designan en hebreo a quienes están en una situación desesperada. La forma particular del verbo hebreo [’ābad], “desfallecer”, puede referirse a una nación que ha perdido toda racionalidad (Deut. 32:28), o gente que desapareció en un país extranjero (Isa. 27:13), o a un animal que errabundo se ha alejado del camino y extraviado (1 Sam. 9:20), lo cual terminará por causarle la muerte. Los leones pueden desfallecer si no comen (Job 4:11), tanto como los seres humanos, aunque no siempre por esa razón específica (Job 31:19). Todos estos ejemplos pintan un cuadro realmente triste.

El pasaje es una declaración irónica que significa: “Si van a dar a alguien bebida alcohólica, entonces denle sidra al desfalleciente para aliviar su miseria”.

El judaismo interpretó este pasaje como refiriéndose a quienes van a ser ejecutados. “Cuando alguien es llevado a la ejecución, se le da una copa de vino que contenga [resina de] incienso, para embotar sus sentidos, por cuanto está escrito: ‘Dad la sidra al desfallecido, y vino al amargado de espíritu’ “.2

Consejo irónico – “Dad la sidra al desfallecido, y el vino al de ánimo amargado”. Qué consejo irónico, considerando que la reina madre acaba de amonestar a su hijo real para que no toque el vino ni la sidra (31:3, 4).3 A la luz de esta prohibición categórica, difícilmente parezca posible que en 31:6 el autor inspirado ahora recomiende las bebidas alcohólicas para disminuir el dolor o la tensión. Samuele Bacchiocchi sugiere que este imperativo debiera ser considerado condicional: “El sentido sería: ‘[Si van a dar bebida alcohólica a alguien], entonces denle sidra al desfalleciente’ para aliviar su miseria”.4

Puede encontrarse un argumento adicional para entender irónicamente esta declaración en el contexto más amplio de todo Proverbios. ¿Cómo ve el resto del libro el uso del vino y la sidra? Proverbios 20:1 desalienta firmemente su uso, por cuanto hace insensata a la persona que se gratifica con ellos; es decir, incapaz de discernir las verdaderas cuestiones de la vida y sus decisiones cruciales. Ya notamos que 31:4 también desalienta firmemente su uso. En 4:17 se usa el vino metafóricamente como característica de los malvados. A su vez, 21:17 amonesta que el amor al vino resultará en pobreza, mientras que 23:20-31 advierte repetidamente contra su consumo y cualquier asociación con los que se gratifican con él. Como puede verse en las muchas referencias que se encuentran en el libro, la perspectiva que Proverbios tiene del vino y la sidra es completamente negativa, fuera de la declaración en 31:6 y 7. Debiera verse a esta última como un empleo de la ironía, usada por la madre sabia de Lemuel para enseñar en modo efectivo uno de los puntos más importantes de la responsabilidad del rey en Israel: juzgar imparcialmente y dar voz a los débiles y oprimidos. Tanto el contexto inmediato como el más amplio sugieren esta interpretación, que también armoniza con otros consejos escriturarios contra el uso o abuso del alcohol.

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1 La RVR sigue la traducción del término “sidra” (šēkar). Otras traducciones traen “licor” (NVI) o “cerveza” (RV). El término denota una bebida alcohólica que no se basa en la uva sino en la fermentación de granos. Sin embargo debiera recordarse que no se trata de licores destilados. La destilación es un procedimiento relativamente tardío en la historia de las bebidas alcohólicas.

2 Talmud babilónico, Sanedrín 43a.

3 Nota del Traductor: El vino y la sidra se usan comúnmente para festejar. La ironía implica: “Si la bebida alegra, que la beban los tristes”. Algo así como el dicho “Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos”. No implica aceptación de lo “aconsejado”, sino rechazo de lo que el “consejo” reemplaza humorísticamente.

4 S. Bacchiocchi, Wine in the Bible [El vino en la Biblia] (Berrien Springs, MI: Biblical Perspectives, 1989), p. 235.