Imágenes del santuario en el libro del Apocalipsis

El libro del Apocalipsis está lleno de imágenes del santuario, que se refieren tanto al templo como a sus muebles. El libro apunta al verdadero santuario en el cielo que fue el modelo utilizado para ilustrar el significado y las funciones del santuario terrenal. En el Antiguo Testamento, la función principal del santuario se expresa con el doble significado de la palabra hebrea hêkãl, que significa a la vez “palacio” (allí donde Dios habita y reina) y “templo” (el lugar de la adoración celestial). El santuario celestial en la Biblia también funciona como la sala del juicio celestial que rige los asuntos del universo (cf. Job 1–2).

El santuario celestial tiene otras dos funciones temporales, que se originaron con la historia del plan de salvación. Primero, es el lugar donde tiene lugar la salvación de los seres humanos. En segundo lugar, es la sede cósmica de la Gran Controversia, donde Dios diseña los planes y estrategias que acabarán resolviendo el problema del pecado. Esta última función es particularmente observable en el Apocalipsis.

Los temas teológicos clave del Apocalipsis que tienen que ver con el santuario, están intrincadamente entrelazados en toda la estructura literaria del libro. Son particularmente esenciales para comprender el tema teológico central del libro. Cada una de las siete partes principales del libro se presenta a partir de una escena en el santuario:

(1) Apocalipsis 1: 12-20 - La primera visión del Apocalipsis presenta una imagen de Cristo como Sumo Sacerdote caminando entre los siete candeleros, que representan las siete iglesias de Asia. Esta escena se desarrolla en la tierra y no en el cielo; las imágenes del santuario ilustran las actividades de Jesús en favor de las siete iglesias.

(2) Apocalipsis 4–5: esta visión se desplaza de la tierra al cielo (Ap. 4: 1), específicamente a la sala del trono del templo celestial. En estos dos capítulos se dan más alusiones al santuario y a su mobiliario que en cualquier otro lugar del libro: veinticuatro ancianos según las órdenes sacerdotales, siete lámparas encendidas, adoración, el mar de vidrio, inciensarios, el Cordero inmolado, y su sangre. Esta escena describe a Cristo iniciando su ministerio celestial en favor de los seres humanos después de su ascensión al cielo.

(3) Apocalipsis 8: 3-5: estos versículos describen otra escena en el marco del santuario presentando el altar de los sacrificios, el incienso, el altar de oro, la intercesión y el incensario. En el Lugar Santo del templo celestial, un ángel ofrece ante Dios, en el altar del incienso, incienso mezclado con las oraciones del pueblo de Dios. Se emite un juicio sobre la humanidad rebelde. Tal escena muestra a Cristo haciendo su obra de intercesión en el santuario celestial.

(4). Apocalipsis 11: 19 - Esta visión se centra en la apertura del Lugar Santísimo (en griego, naos) del templo celestial. El Arca del Pacto aparece también. La primera mitad del libro se sitúa en el contexto del ministerio de Cristo en el Lugar Santo. La segunda mitad del libro, particularmente a partir de Apocalipsis 11: 19, señala el ministerio de Cristo en el santuario celestial, con el comienzo de una nueva fase en relación con el juicio previo al advenimiento que tiene lugar en el cielo (Apoc. 14: 7). Su propósito es establecer quién está del lado del Señor y quién no.

(5) Apocalipsis 15: 5-8 - Después de terminar la proclamción del evangelio (Apoc. 14: 6-20), el humo de la gloria de Dios llena el templo celestial. Nadie puede ya entrar en él (Apoc. 15: 8). Esta descripción basada en el Antiguo Testamento denota que ya no hay más actividades sacerdotales en el templo (1 Rey. 8: 10-11). Cristo ha concluido su ministerio en el santuario celestial. La intercesión ha terminado, y el destino de cada persona ha sido decidido.

(6) Apocalipsis 19: 1-10 - La sala del trono del templo celestial se describe en una escena de adoración. Ya no hay más imágenes relativas al santuario ni a su mobliliario. El templo celestial ya no funciona como lugar de intercesión en favor de los seres humanos porque el ministerio de Cristo ya ha terminado.

(7) Apocalipsis 21: 2-8 - La última visión nos trae de vuelta a la tierra, completando así el ciclo. Así como el santuario del Antiguo Testamento era el lugar donde Dios moraba simbólicamente entre su pueblo, la Nueva Jerusalén se convierte en la morada de Dios con su pueblo (v. 3). En la tierra nueva, Dios no necesita una estructura física que simbólica su presencia porque Dios morará con su pueblo en la Nueva Jerusalén (Apoc. 21: 22).

Para la comprensión literaria del libro de Apocalipsis, el tema del santuario tiene importantes implicaciones. En primer lugar, estas siete escenas del santuario muestran las fases del santuario celestial que comienza con la inauguración (cap. 4-5) y sigue con la intercesión (8: 3-5), el juicio (11: 19), el final de la intercesión (15 : 8), y la ausencia de actividades sacerdotales (19: 1-5). Las escenas terminan en la Nueva Jerusalén, donde se actualiza la presencia real de Dios con su pueblo (21: 2-4).

Además, la estructura del Apocalipsis está diseñada teniendo en mente los servicios diarios y anuales del santuario del Antiguo Testamento, que sitúan en la historia las principales visiones descritas en el libro. Apocalipsis 11: 19 divide el libro en dos partes relacionadas con el tiempo: una histórica y otra relativa al final de los tiempos. La primera mitad de Apocalipsis se centra en la era cristiana, mientras que la segunda mitad se centra en el tiempo del fin. La escena de Apocalipsis 4–5, por ejemplo, muestra la inauguración de Cristo en Pentecostés. Esto implica que los siete sellos y las siete trompetas corren a lo largo de la historia cristiana, mientras que las siete últimas plagas perteneces a los tiempos del fin.

Todas las imágenes y motivos del santuario entretejidos en la estructura del Apocalipsis apuntan al tema teológico central del libro: revelan que el cielo y la tierra están conectados y que las acciones divinas en la tierra son el resultado de actividades que ocurren en el templo celestial . Por lo tanto, el ministerio de Cristo posterior al Calvario es el mensaje teológico central del libro. En la escena final del libro del Apocalipsis, concluido el plan de salvación, encontramos a Dios finalmente reunido consu pueblo. Finalmente, todas las imágenes del santuario terrenal se harán realidad en la Nueva Jerusalén.