Elias Brasil de Souza
El texto hebreo de Génesis 3:6 parece implicar que Adán estaba con Eva1 en la escena de la tentación. La versión Reina Valera 2015, entre otras, ofrece esta traducción: «Entonces la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su marido que estaba con ella, y él comió».2
A primera vista, parece que Adán y Eva estaban juntos cuando Eva interactuó con la serpiente y finalmente comió del fruto prohibido. Sin embargo, tal punto de vista plantea un problema: implica que Adán habría observado todo sin interferir para evitar que Eva fuera engañada por la serpiente. Si se considera que fue Adán quien primero recibió las instrucciones sobre el árbol prohibido (Gén 2: 16-17), resulta aún más desconcertante explicar por qué permaneció pasivo y dejó sola a Eva frente a la tentación.
Adán estuvo ausente de la escena de la tentación
Juan Calvino abordó este tema y admitió que aunque algunas personas interpretaron el pasaje en el sentido de que Adán estaba con la mujer, tal interpretación «no es de ninguna manera creíble». Luego sugirió que «podría ser que él [Adán] pronto se unió a ella, y que, incluso antes de que la mujer probara el fruto del árbol, relató la conversación sostenida con la serpiente, y lo enredó con las mismas falacias por las cuales ella misma había sido engañado.3 John Wesley a su vez afirmó que «él [Adán] no estaba con ella cuando fue tentada; seguramente si lo hubiera hecho, se habría interpuesto para prevenir el pecado; pero él vino a ella cuando ella hubo comido, y ella lo convenció de que comiera lo mismo».4 C. Leupold conjeturó: «cuando comenzó la tentación, Adán no estaba con Eva, sino que solo se había unido a ella en ese momento».5 Más recientemente, el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día insistió en que la expresión “con ella no implica que él había estado con ella todo el tiempo, permaneciendo mudo en la escena de la tentación. En cambio, ella le dio del fruto al reunirse con él para que pudiera comerlo “con ella” y así compartir sus supuestos beneficios.6
Adán estuvo presente en la escena de la tentación
Los comentaristas recientes se inclinan más a la opinión de que Adán y Eva estaban juntos en la escena de la tentación. Algunos eruditos señalan el extraño silencio de Adán,7 omisión flagrante y pasividad cuando Eva interactúa con la serpiente y finalmente sucumbe a la tentación. R. Kent Hughes exclama: «Aquí hay una sorpresa: ¡Adán aparentemente estaba al tanto de la conversación entre Eva y la serpiente!»8 John Walton pregunta retóricamente: «¿Dónde estaba Adán en todo esto? «E insiste en que «el texto nos lo dice, pero por alguna razón nos hemos resistido a aceptar lo que dice el texto: Adán estaba allí con Eva».9 Más recientemente, Julie Faith Parker criticó la traducción de la Sociedad de Publicaciones Judías por no transmitir la opinión de que Adán estaba presente en la escena de la tentación, lo que, según Parker, refleja una tendencia a «culpar solo a Eva por sucumbir a la tentación en el jardín, aunque Adán está presente en Génesis 3:1–6 y comparte la responsabilidad por la desobediencia».10 Sin embargo, como muestra David E. Stein en una réplica, el asunto es mucho más complicado de lo que Parker podría haber supuesto.11
Es cierto que cualquiera de los dos puntos de vista está plagado de dificultades. Si Adán «estaba cerca su silencio es inexplicable; si no estaba cerca, su aparente aquiescencia inmediata e incondicional a la sugerencia de su esposa es igualmente inexplicable».12
No obstante, a pesar de las dificultades tan evidentes, este ensayo emprende un examen del texto en un intento de determinar cuál de las opiniones mencionadas anteriormente es más plausible desde un punto de vista narrativo. En este esfuerzo se seguirán dos líneas de investigación. En primer lugar, este estudio presta atención a la sintaxis y el significado de la frase preposicional «con ella» (immah). Segundo, esta investigación se ocupa de los pronombres plurales en Génesis 3:1–5 y las fórmulas de las citas para determinar si la serpiente se estaba dirigiendo o no a más de un individuo.
Frase preposicional «con ella» (immah)
Como ya se ha señalado, el texto hebreo dice literalmente: «También dio a su marido con ella, y comió».13 Algunos eruditos, aunque asumen que Adán no estuvo presente, sugieren que la frase «con ella» indica la asociación entre Eva y Adán en el acto de comer el fruto. También mencionan algunos ejemplos de expresiones similares para apoyar esta interpretación. No obstante, el examen de tales ocurrencias en contexto no proporciona un paralelo sintáctico equivalente a Génesis 3:6 que sea útil.14 Entonces parece que una opción más fructífera es buscar una pista dentro del contexto inmediato de Génesis 3.
En una inspección más cercana, resulta que aparece una frase equivalente en Génesis 3:12. Enfrentado a Dios, Adán replicó: «La mujer que diste por conmigo [Immadi], me dio del árbol, y comí» (Gén. 3:12). Adán no dice, «la mujer que diste a mí», que parecería más natural. Él dijo en cambio: «la mujer que diste por ser conmigo».15 Esta expresión muy probablemente alude a la intimidad entre el hombre y la mujer16 como se infiere de Génesis 2:22–24 («una sola carne»), lo que indica que el hombre había recibido a la mujer para que estuviera con él como ayudante y compañera. Ahora debe notarse que la frase «conmigo» (Immadi) en Génesis 3:12 es paralelo a «con ella» (immah) en Génesis 3:6. De la misma manera, «con ella» muy probablemente alude a la relación de Eva con Adán, el hombre para estar «con ella» en sociedad y reciprocidad.
Por tanto, parece razonable sugerir que «con ella» (immah) en Génesis 3:6 insinúa la intimidad entre Adán y Eva en el Jardín (cf. Gén 2:22–25). Esta es una paráfrasis tentativa: «Ella también dio al hombre, que estaba en estrecha relación con ella, y él comió». En otras palabras, la frase «con ella» no transmite que Adán estuvo con Eva durante el encuentro con la serpiente. En cambio, la frase califica al hombre como uno en comunión con la mujer. En consecuencia, la frase preposicional «con ella» en Génesis 3:6 funciona sintácticamente como una cláusula subordinada adjetival para calificar el término “hombre”, no para indicar que Adán estaba a su lado en la escena de la tentación. Además, como señaló perspicazmente un autor, «en la narración, Adán es responsable no por no haber detenido a Eva, sino por haber comido el fruto (v. 17)».17
Pronombres plurales y fórmula de cita en Génesis 3:1-5
Se ha argumentado que dado que la serpiente se dirige a Eva por medio de pronombres en plural (vv. 1, 4-5), esto debe ser una indicación de que Adán estaba con Eva.18 De hecho, la serpiente siempre se dirige a la mujer por medio del plural “vosotros”. Debe señalarse, sin embargo, que el plural no necesariamente indica que Adán estuvo presente en la escena de la tentación. Un solo individuo puede ser identificado con pronombres plurales si está asociado con o representando a otros.
Un ejemplo de ello se encuentra en la narración de Jacob, que relata un diálogo entre Judá y Jacob acerca de llevar a Benjamín a Egipto. Es digno de notar que Jacob le responde a Judá con un plural: «E Israel dijo: “¿Por qué [pl.] me trataste tan mal como para decirle al hombre si tenías [pl.] todavía otro hermano?”» (Gén 43:6). Así, parece que los pronombres plurales no necesariamente implican más de un destinatario. Entonces se hace evidente que los pronombres plurales usados por la serpiente no implican la presencia de Adán en la escena de la tentación.
Finalmente, cabe señalar que el narrador introduce el discurso de la serpiente dos veces en la historia con fórmulas que retratan a Eva como única audiencia: «Y él [la serpiente] dijo a la mujer» (Gén. 3:1) y «entonces la serpiente dijo a la mujer» (Gén. 3:4). No obstante, el discurso de la serpiente implica que Eva no estaba sola. Entonces surge una tensión entre las afirmaciones inequívocas del narrador y las palabras de la serpiente. Un intento de resolver esta tensión es plantear la hipótesis de que la serpiente usó pronombres en plural para implicar intencionalmente a Adán en la refriega aunque en el caso de él fuera in absentia sua. Con esto, la serpiente insinúa que la pareja, y no solo Eva, era el verdadero objetivo.
Conclusión
El análisis anterior indica que Adán no estuvo presente con Eva en la escena de la tentación. Como se argumenta, la frase “con ella” parece transmitir la intimidad experimentada por la primera pareja en el Jardín más que la ubicación espacial de Adán en la escena. Esto es coherente con los datos gramaticales y la trama de la narración de Génesis. Finalmente, se pueden señalar dos implicaciones. Primero, es significativo observar que Elena G. de White, aunque sigue la versión King James en la mayoría de los casos, se aparta de esa versión en su interpretación de Génesis 3 e indica claramente que Eva estaba sola en la escena de la tentación.19 Esto puede mostrar que White no siguió servilmente la versión King James, sino que fue selectiva en su uso de esta versión. En segundo lugar, se suponía que Adán y Eva debían permanecer juntos en el Jardín para fortalecerse mutuamente y resistir la tentación. La interrupción de esa unión allanó el camino para la entrada del pecado en el mundo. Que los esposos y las esposas estén juntos, espacialmente siempre que sea posible, pero siempre emocional, afectivamente y espiritualmente.
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1 Aunque es anacrónico referirse a la mujer como Eva antes de la Caída, por conveniencia este artículo usa Eva y Adán indistintamente junto con mujer y hombre, respectivamente.
2 Varias versiones incluyen de diferentes maneras que Adán estaba con Eva, como LBLA, NBLA, NBV, NTV, NVI, PDT, BLPH y TLA mientras que otras no lo hacen, como JBS, DHH, CST, RVC, RVR1960, RVR1977, RVR1995, RVA y SRV-BRG.
3 Juan Calvino y Juan King, Commentary on the First Book of Moses Called Genesis (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2010), 151–52.
4 Juan Wesley, Explanatory Notes Upon the Old Testament (Bristol: William Pine, 1765), 1:15.
5 C. Leupold, Exposition of Genesis (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1942), 152–53.
6 Seventh-day Adventist Bible Commentary, ed. Francis D. Nichol (Review and Herald, 1978), 1:231. Para la misma opinión, véase también John Peter Lange, A Commentary on the Holy Scriptures: Genesis (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2008), 230 (publicado por primera vez en inglés por C. Scribner en 1868).
7 Paul J. Kissling, Genesis, College Press NIV Commentary (Joplin, MO: College Press, 2004), 194.
8 R. Kent Hughes, Genesis: Beginning and Blessing, Preaching the Word (Wheaton, IL: Crossway Books, 2004), 70.
9 John H. Walton, Genesis, The NIV Application Commentary (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2001), 206.
10 Julie Faith Parker, “Blaming Eve Alone: Translation, Omission, and Implications of המע Genesis 3:6b,” Journal of Biblical Literature 132, no. 4 (2013): 729–747.
11 David E. E. Stein, “A Rejoinder concerning Genesis 3:6 and the NJPS Translation,” Journal of Biblical Literature 134, no. 1 (2015): 51–52.
12 D. Stuart Briscoe y Lloyd J. Ogilvie, Genesis, The Preacher’s Commentary Series (Nashville: Thomas Nelson, 1987), 1:50.
13 Énfasis añadido. Todas las citas bíblicas son de la NKJV, salvo indicación en contrario.
14 Con respecto a la frase preposicional “con ella”, Umberto Cassuto argumenta que expresiones comoʿim oʾeth (“con”) «con los sufijos pronominales ocurren por regla general cuando se dice que una persona se asocia en una determinada acción con alguien que la dirige. Los ejemplos son: tú, tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo (6:18); y sus hijos y su mujer y las mujeres de sus hijos con él (7:7); Entonces Abram subió de Egipto, él y su mujer, y todo lo que tenía, y Lot con él, al Négueb (30:1)” (U. Cassuto, Un comentario sobre el libro de Génesis: Parte I, desde Adán hasta Noé [Génesis I–VI 8], trad. Israel Abrahams [Jerusalén: Magnes Press, Universidad Hebrea, 1998], 148). Gordon J. Wenham también expresa una opinión similar: «Ella ‘se la dio a su marido con ella’: esta última frase enfatiza la asociación del hombre [sic.] con la mujer al comer (cf. 6:18; 7: 7; 13:1). De hecho, su comer es el último y decisivo acto de desobediencia, porque inmediatamente se describen las consecuencias de su pecado» (Génesis 1–15, Word Biblical Commentary [Dallas: Word, 1998], 1:75–76).
15 Énfasis añadido en los tres versículos.
16 Joel Rosenberg, “The Garden Story Forward and Backward: The Non-Narrative Dimension of Gen. 2–3,” Prooftexts 1:1 (1981): 13.
17 Stein, 52.
18 K. A. Mathews, Genesis 1–11:26, The New American Commentary (Nashville: Broadman & Holman, 1996), 1A: 238; Hughes, 70; David R. Helm y Jon M. Dennis, The Genesis Factor: Probing Life’s Big Questions (Wheaton, IL: Crossway Books, 2001), 77–78.
19 Ellen G. White, Patriarchs y profetas, 36.