¿Qué son las lenguas en 1 Corintios?

Ekkehardt Mueller

¿Cuál fue la naturaleza de las lenguas que Pablo mencionó en 1 Corintios? ¿Se estaba refiriendo a un éxtasis o habla angelical ininteligible, comparable a la de los círculos pentecostales y carismáticos, o las lenguas en Corinto eran idiomas extranjeros?

La iglesia en Corinto

La iglesia de Corinto, fundada por Pablo alrededor de tres años antes de la epístola, enfrentaba muchos problemas: rivalidad entre varias facciones (1 Cor. 3: 3), inmoralidad alevosa (5: 1), casos judiciales entre creyentes (6: 1), problemas maritales (7: 1), consumo de alimentos sacrificados a los ídolos (8: 1), conducta impropia de mujeres en la adoración pública (11: 2-16), abusos en la Cena del Señor (vers. 21) y también malentendidos acerca de la función apropiada de los dones espirituales, particularmente del uso del don de lenguas (14: 1-5).1

El uso apropiado del don de lenguas

Las lenguas son mencionadas solo en los capítulos 12 al 14. Estos capítulos abordan los dones espirituales, uno de los cuales es llamado «géneros de lenguas» (12: 10, 28) o solo «lenguas» (vers. 30). Adicionalmente, hay un don de interpretación de lenguas (vers. 10, 30). Pablo termina el capítulo 12 al apuntar a algo incluso mejor que los dones espirituales, es decir, el amor. En esta conexión, él declara que hablar con lenguas humanas o incluso lenguas angelicales, no sirve de nada sin amor (1 Cor. 13: 1).

En 1 Corintios 14, Pablo continua la discusión de los dones espirituales al enfocarse en hablar en lenguas versus profetizar. Sin embargo, los asuntos reales son: 1) quien se debe beneficiar en el contexto de adoración; y 2) el desorden crea problemas en el servicio de la adoración. La discusión sobre las lenguas debe ser entendida al contrastarla con este contexto. ¿Quién se debe beneficiar del ejercicio de este don espiritual, solo la persona con el don o también otros (14: 2-6, 9)?

Pablo es claro: la meta debe ser edificar a la iglesia (vers. 4, 5, 12, 17, 26). Además, debe evitarse que los extraños tengan la impresión de que los miembros de la iglesia han perdido la cabeza (vers. 23). Los versículos 27 al 40 discuten el problema del desorden en el servicio de la adoración en Corinto. Pablo apunta a que, dado que los dones espirituales pueden ser controlados por los receptores, solo dos o tres personas deberían hablar a la vez y que se debe proveer una interpretación. Si estas reglas no son mantenidas, hablar en lenguas no debería tener lugar en el servicio de la adoración de la iglesia corintia. Lo mismo se aplica para la profecía (vers. 29-32). De esta manera, el contexto hace claro que el problema es el abuso de los dones espirituales.

Palabras Importantes

Para apreciar lo que 1 Corintios 14 enseña, se necesita entender el significado de algunos de los términos clave.

Lengua: El término griego glôssai, traducido como «lengua», predominantemente significa: 1) el órgano humano de la boca (Sal. 22: 15; Sant. 3: 5); 2) idiomas (Gén. 10: 5; Hech. 2: 4), incluyendo a las naciones que hablan otros idiomas (Zac. 8: 23; Apoc. 5: 9); y 3) las lenguas de fuego en el Pentecostés (Hech. 2: 3).

Hablar: El término griego lalōn traducido como «hablar», aparece 34 veces en 1 Corintios. En el capítulo 14, es usada en 10 ocasiones con «lenguas» y en 14 ocasiones sin ella. Cada ocasión que es usada sin «lenguas», el acto de hablar involucra un idioma real que contiene contenido que puede ser comunicado. Debido a que el mismo verbo «hablar» es usado en la frase «hablar en lenguas» (14: 2, 4-6, etc.), se espera que tenga el mismo significado en cada texto; de otra manera, el lenguaje pierde su sentido. En el mismo contexto, una palabra debería tener el mismo significado a menos que esté claramente redefinido. En efecto, en el capítulo 14, en el cual el autor viene y va entre la profecía y el hablar en lenguas, la palabra traducida como «lengua» siempre debería tener el mismo significado.2

Hablar en lenguas: ¿Cómo son usadas las palabras «hablar» y «lengua» en el mismo contexto y en la misma frase en la Escritura? 1) En la literatura sapiencial: «Mi lengua hablará» (Job 33: 2). La lengua del justo habla justicia (Sal. 37: 30; LXX [Septuaginta] 36: 30). «Han hablado de mí con lengua mentirosa» (Sal. 109: 2). 2) En los profetas: «porque en lengua de tartamudos, en lenguaje extraño, hablará a este pueblo» (Isa. 28: 11).3 «Han acostumbrado su lengua a decir mentiras» (Jer. 9: 5). 3) En los evangelios: «[Ellos] hablarán nuevas lenguas» (Mar. 16: 17). 4) En Hechos: Los primeros cristianos «comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran» (Hech. 2: 4). Lo que ellos hablaban eran idiomas extranjeros: las personas de diferentes países dijeron: «los oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios» (vers. 11). En Hechos 10: 47 también se habla de idiomas extranjeros cuando Pedro, al referirse a Cornelio y su casa, dice «¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?». Lo mismo se aplica a Hechos 19: 6 en donde el hablar en lenguas y profetizar son actos atribuidos a aquellos que reciben el Espíritu Santo. 5) En 1 Corintios: La frase «¿Hablan todos lenguas?» aparece en 12: 30 como una descripción del don espiritual. En 1 Corintios 13: 1, es usada para describir el idioma humano.

Los textos disputados se encuentran principalmente en 1 Corintios 14. Allí la frase es usada con «lengua» en el singular («habla en lenguas») en 1 Corintios 14: 2, 4, 13 y 27 y con «lengua» en plural («hablando en lenguas») en 1 Corintios 14: 5 (dos veces), 6, 18, 23, 39. Debido a que «hablando en lenguas» se refiere a idiomas a lo largo de la Escritura, es difícil concebir que la frase en 1 Corintios 14 debiera entender de manera diferente del resto de la Escritura, a menos que hubiera claros indicadores en el texto.

Misterios: El término «misterio», del griego mustérion, aparece 28 veces en el Nuevo Testamento, y en 21 de esas ocasiones se refiere al misterio del reino de los cielos y otros conceptos relacionados. Otros misterios son «el misterio de la iniquidad» (2 Tes. 2: 7), el «misterio de las siete estrellas» (Apoc. 1: 20), o «el misterio de la ramera» en Apocalipsis 17.

Pablo usa la palabra griega traducida como «misterio» en el singular en 1 Corintios 2: 1 (traducida como «testimonio»), 2: 7 y 15: 51. En el capítulo 2, el misterio es «Jesucristo […] crucificado» (vers. 2), la actividad salvífica de Dios en y mediante Cristo. En el capítulo 15, el misterio es que no todos morirán o dormirán, sino que algunos serán transformados en la segunda venida de Cristo. El plural «misterios» es usado en 4: 1; 13: 2 y 14: 2. En los escritos de Pablo, los misterios son verdades reveladas por Dios que están relacionadas a Cristo y al plan de salvación.

Espíritu: En 1 Corintios, la palabra traducida como «espíritu» es pneuma. Usualmente se refiere al Espíritu Santo, pero también puede describir al espíritu humano o la a persona (1 Cor. 2: 11; 5: 5; 16: 18), el espíritu del mundo (2: 12) o diversos espíritus (12: 10), probablemente profetas o maestros verdaderos y falsos, etc. La concentración más elevada de la palabra traducida como «espíritu» se encuentra en el capítulo 12. En este capítulo, «espíritu» es usada una vez en plural y 11 veces en el singular. «Espíritu» en el singular, siempre se refiere al Espíritu Santo. Él es el autor de los dones espirituales. Por lo tanto, es muy natural que 1 Corintios 14: 2, que continúa la discusión de los dones espirituales, se refería al Espíritu Santo. Además, cuando Pablo habla del espíritu humano, él lo deja muy claro. O él usa calificadores, como pronombres personales o aposiciones «del hombre» (1 Cor. 2: 11), o el contexto de su epístola apunta claramente a la naturaleza del espíritu. Debido a que no hay ningún calificador en 1 Corintios 14: 2, puede asumirse que Pablo se refiere al Espíritu Santo. Esto también tiene sentido con el misterio siendo una verdad revelada.

Pablo y el abuso del don en Corinto

Mientras que, por un lado, Pablo quiere alentar a los miembros de la iglesia a usar sus dones espirituales; por el otro, él intenta corregir el abuso del don de lenguas. En vez de usar este don para cumplir su propósito —evangelizar a personas que hablaban idiomas extranjeros— los corintios los estaban usando en la iglesia para edificarse a sí mismo o ganar estatus. Por lo tanto, Pablo dice: «El que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios» (14: 2). Dios, por supuesto, entiende todos los idiomas, pero los miembros de la iglesia no.

Argumentos a favor de idiomas extranjeros

Aunque muchos cristianos sinceros creen que Pablo en 1 Corintios está hablando acerca del habla en éxtasis, la evidencia de la evidencia escritural favorece el punto de vista de que las lenguas en 1 Corintios se refieren a idiomas reales:

1. El contexto se refiere a idiomas. 1 Corintios 13: 1 usa la frase única de «lenguas de hombres». Esta frase claramente se refiere a idiomas humanos. Pablo establece un caso hipotético. Incluso si hablo idiomas extranjeros y fuera capaz de comunicarme en la manera en que los ángeles lo hacen, sin amor no valdría la pena.

2. A lo largo del Nuevo Testamento, la misma palabra es usada para el don de lenguas. Debido a que en Hechos las lenguas son idiomas extranjeros, las lenguas en 1 Corintios deberían ser entendidas como idiomas extranjeros. Los textos difíciles deberían ser explicados por textos claros. 1 Corintios 14 debería ser interpretado por Hechos 2, en el cual las lenguas claramente se refieren a idiomas extranjeros.

3. Dios obra mediante la inteligencia humana. El Señor, que nos advirtió en contra de balbucear como los paganos (Mat. 6: 7), ciertamente no inspiraría un habla extática que nadie podría entender.

El uso del Nuevo Testamento no apoya la idea de que glossa alguna vez se refiera al habla extática. El único ejemplo o descripción de lenguas en toda la Biblia es Hechos 4 al 11 donde son definitivamente descritas como idiomas humanos normales […] La abundante evidencia demuestra que el don de lenguas es la habilidad milagrosa de hablar idiomas previamente desconocidos para el orador.4

4. 1 Corintios 14:21 provee algo como una definición del don de lenguas. En este versículo, Pablo cita a Isaías 28: 11, donde dice que Dios hablará a su pueblo en un idioma extranjero, literalmente, «otra lengua». El contexto de Isaías 28 revela que las personas hablando el idioma extranjero son los asirios. La Septuaginta traduce el término como «lengua extranjera». Pablo contrae las dos palabras.

Esta comparación es reveladora, porque parece sugerir que lo que está pasando en Corinto es lo mismo. «Idiomas extranjeros» son introducidos mediante los habladores de lenguas, pero ellos no provocan los resultados deseados dado que ellos no pueden ser entendidos por los oyentes.5

Debido a que en 1 Corintios 14: 21 claramente se tiene en mente los idiomas extranjeros, el versículo 2 debe referirse también a un idioma humano. Además, en el versículo 22 las lenguas son una señal para los no creyentes al igual que en el Pentecostés, en el cual los idiomas reales fueron una señal positiva para los no creyentes, llamándolos al arrepentimiento (Hech. 2: 38).

5. Los dones son dados para el bien común (1 Cor. 12: 7), lo cual elimina la posibilidad de que se use un don puramente para la gratificación personal.

6. El don divino de lenguas apareció por primera vez en el Pentecostés tal como fue descrito en Hechos 2, donde es claramente presentado como idiomas extranjeros y fue el cumplimiento de la predicción hecha en Marcos 16: 17. Aunque los eventos descritos en Hechos 2 ocurrieron antes de los eventos presentados en 1 Corintios, la epístola a los corintios probablemente fue escrita antes que Hechos. Hay varias conexiones entre 1 Corintios 14 y Hechos 2, así como otros textos en Hechos, tratando con el don de lenguas:

a) Hay una reacción similar al don de lenguas en 1 Corintios 14: 22 y 23; y Hechos 2: 3. Las personas piensan que los cristianos están locos o borrachos.

b) Hablar en lenguas es servir a la misión de la iglesia (1 Cor. 14: 22; Hech. 2: 14-41). Las lenguas son una señal para los no creyentes, llamándolos al arrepentimiento. Muchos son salvados; otros se niegan a seguir a Jesús. El habla extática difícilmente podría ser una señal y difícilmente podría lograr los resultados comunicados.

c) La frase traducida como «hablar en otras lenguas» en Hechos 2: 4 suena como el idioma usado para describir a aquellos con un idioma extranjero en 1 Corintios 14: 21.

d) En Hechos 2, Lucas usa la misma terminología empleada por Pablo en 1 Corintios 12 al 14 para describir un don espiritual de hablar en lenguas. En Hechos 19: 6, Lucas asocia a Pablo con una situación en la cual algunos discípulos reciben este don. Cuando Pablo impuso sus manos sobre estos creyentes, ellos reciben el Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas y también a profetizar. Es difícil concebir que Lucas usara o entendiera la misma frase de manera diferente que Pablo, y viceversa.

Claramente el don de lenguas puede ser entendido mejor como el don de hablar idiomas extranjeros sin haberlos estudiado antes.

Conclusión

1 Corintios 14: 2 se refiere a la situación en la que alguien habla un idioma extranjero en un contexto en donde el idioma no es comprendido, y solo le habla a Dios porque solo él puede entender todos los idiomas. El don de lenguas en Corinto era un don genuino del Espíritu Santo, pero era usado incorrectamente.

Consecuentemente, la iglesia fue instruida por Pablo para regresar al uso correcto de los dones espirituales para que pudieran convertirse en una bendición, y no en un obstáculo para los creyentes y no creyentes.

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1 Para más detalles véase mi libro Worship and Witness: Introduction to the New Testament (Silver Spring, MD: Grigg University, 2006), pp. 183-193.

2 Raymond F. Collins, First Corinthians, Sacra Pagina Series 7 (Collegeville, MN: The Liturgical Press, 1999), p. 492.

3 La LXX, en Isaías 29: 24 y 32: 4, también hablan acerca de lenguas tartamudas que aprenden a hablar con claridad.

4 Thomas R. Edgar, Satisfied by the Promise of the Spirit: Affirming the Fullness of God’s Provisions for Spiritual Living (Grand Rapids, MI: Kregel, 1996), p. 153.

5 Gerhard F. Hasel, Speaking in Tongues: Biblical Speaking in Tongues and Contemporary Glossolalia (Berrien Springs, MI: Adventist Theological Society Publications, 1991), p. 140.