El servicio militar
¿Deberían los cristianos servir en el ejército? es una pregunta que muchos de los cristianos apenas consideran, mientras otros la sopesan detenidamente. En algunos países se requiere algún tipo de servicio militar, mientras en otros alistarse está limitado solo a aquellas personas que tienen una inclinación para servir en el ejército o que buscan las ventajas financieras prometidas.
Los cristianos adoran al Príncipe de paz, quien enseñó a sus seguidores a ser pacificadores. El sexto mandamiento nos dice que no hemos de matar (Éxo. 20: 13), lo que lleva a muchos cristianos a rechazar el servicio militar indiscutiblemente o reclamar roles no combatientes si se ven obligados a servir. Algunos han alcanzado un consenso al aceptar servir en los servicios médicos. El derecho internacional exige que todos los capellanes militares y el personal médico sean no combatientes.
El servicio militar requiere someterse a la autoridad de una institución de maneras que pueden comprometer tu fe cristiana, incluso la observancia del sábado y el uso de armas. Como soldado, debes seguir órdenes. Puedes verte obligado a participar en acciones que contradicen tu fe cristiana y la moralidad que deriva de ella. Puede que en algún momento tengas que escoger si actuar o no quitándole la vida a otro ser humano.
Si te encuentras en un conflicto armado, debes aceptar que nunca podrás dejar esa experiencia atrás. No importa lo bien que controles la situación, siempre te enfrentarás a la pregunta «¿Y si…?»
Cuando empieza la guerra, abre la puerta a todo tipo de maldad, desde la muerte hasta la tortura y la agresión sexual. Por lo tanto, un cristiano comprometido debe considerar atentamente su participación en la maquinaria de la guerra. Al mismo tiempo, debe tener cuidado de no juzgar a los que se involucran en el ejército por los motivos que sean.