La mutilación genital femenina

Todo, absolutamente cualquier cosa que viole o hiera a alguien es mala. Si bien la Biblia no menciona directamente la mutilación genital femenina, es decir, la eliminación ritual o la lesión de los genitales femeninos externos, los principios de la Biblia claramente enseñan que eso es malo. Pablo dice que «el amor no hace mal al prójimo» (Rom. 13: 10). El Creador y Diseñador de toda vida está en contra de todo lo que la daña.

Dios creó al hombre y a la mujer como iguales en dignidad y los puso en un jardín llamado «Edén», cuyo significado está relacionado con el placer y el deleite (Gén. 2: 8). ¡Asombroso! Esto significa que Dios creó al hombre y la mujer diseñados para el placer mutuo. En el Jardín del Placer, disfrutaron de la alegría y del privilegio de «convertirse en una sola carne». Y «estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, pero no se avergonzaban» (Gén. 2: 24-25). Esta es la hermosa manera que la Biblia tiene para expresar que disfrutaban sexualmente de su pasión el uno por el otro con plena inocencia. La intención diabólica de la mutilación genital femenina es destruir la capacidad de placer sexual de la mujer para privarla de la igualdad para con su esposo que Dios había planeado.

¿Crees que «Dios es amor» (1 Juan 4: 8)? ¿Y crees que «Dios creó al hombre a su propia imagen» como «macho y hembra» diseñados para el placer sexual mutuo (Gén. 1: 27, 2: 8)? Entonces tu deber cristiano es oponerte a la mutilación genital femenina como un mal horrible.

Para una comprensión más profunda de este tema, ver el siguiente enlace: https://www.adventist.org/en/information/official-statements/documents/article/go/-/female-genital-mutilation/