El abuso infantil
El abuso infantil es un término general, amplio, que puede incluir:
Lo que los expertos en salud mental llaman experiencias adversas de la infancia pueden tener efectos para toda la vida, desde un mayor riesgo con el abuso de sustancias y con el alcoholismo hasta la obesidad y la promiscuidad. Las personas que son abusadas están en un mayor riesgo de padecer depresión y problemas de salud crónicos, tales como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes. Con las destrezas para la vida mermadas, tienen más probabilidades de verse envueltos en relaciones abusivas ellas mismas y problemas en la escuela. El bagaje emocional de experiencias adversas en la infancia puede afectar a cómo abordan la paternidad con sus propios hijos.
Crecer con un legado de abuso puede dejar a las personas sin muchas de las destrezas de vida necesarias para la estabilidad y el éxito. Sin un fundamento sólido puede ser difícil establecer una vida «normal». De hecho, experimentar traumas altera el funcionamiento del cerebro (lo cual puede ser ampliamente agravado por el uso de sustancias). Vivir en un ambiente caótico y peligroso afecta la habilidad de uno para comer, dormir y estudiar lo necesario. Un niño puede experimentar múltiples cambios de escuela dados los cambios de lugar de residencia de la familia o del programa de acogida y, aparte de esto, tener recursos limitados para la educación. A medida que el superviviente crece, salir del ambiente peligroso (lo cual puede implicar tener que dejar la escuela para ganar dinero para los gastos del día a día) puede ser la prioridad antes que la educación, incluso si la persona joven valora y desea una educación.
Todos estos factores pueden complicar la recuperación de un superviviente y hacerle sentir que, tal y como está, estancado, tiene pocas posibilidades de vivir una vida completa, feliz, saludable y satisfactoria. Si has sufrido abuso o negligencia, es importante que sepas que has sido herido y tienes que darte cuenta de que eres alguien precioso, a pesar de lo que otros te hayan podido decir. Puede que el abuso fuera en el pasado, pero las cicatrices permanecen. Puede que estés luchando con gustarte a ti mismo y confiar en otras personas. Puede que sientas vergüenza, culpabilidad o pena, incluso odio, o estés enfadado con Dios. Es natural tener todos esos sentimientos. No son malos en sí mismos, pero si no los compartes con alguien (como un sicólogo cristiano) que pueda ayudarte a trabajar a través de ellos, continuarán haciéndote daño a ti y a los que te rodean. También herirán y perseguirán cualquier relación cercana o significativa que puedas tener.
La Biblia te asegura el amor continuo de Dios y su deseo de ayudarte a que te restablezcas. Con una de las palabras de consuelo más bonitas de la Escritura, Sofonías 3: 17 promete que Dios «se gozará por ti con alegría, callará de amor, se regocijará por ti con cánticos».
Lidiar con las consecuencias físicas, emocionales y espirituales del abuso puede ser un largo camino a recorrer. Un progenitor bondadoso, un pastor, un líder juvenil, un profesor, un consejero profesional o cualquier adulto en el que confíes pueden jugar un papel importante en tu recuperación. Encuentra alguien con quien puedas hablar regularmente y que esté formado en ayudar a víctimas de abuso. Afíliate a algún grupo de apoyo para personas con experiencias similares. Permítete disfrutar de la vida.
Jesús amaba y apreciaba a los niños. Cuando sus discípulos reprendieron a los padres por traer sus niños a Jesús, él «se indignó y les dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Y tomándolos en los brazos, ponía las manos sobre ellos y los bendecía» (Mar. 10: 13-16).
Dios te ama y te valora. El abuso que has podido experimentar, o que estás experimentando, no es el plan de Dios para ti. Él quiere que extiendas la mano y busques ayuda, por eso te promete: «No te desampararé ni te dejaré» (Heb. 13: 5).
Para una comprensión más profunda de este tema, ver el siguiente enlace: https://www.adventist.org/en/information/official-statements/statements/article/go/-/child-sexual-abuse/